Reprimen a médicos que tomaron un hospital fueguino

Una violenta represión policial terminó con la toma pacífica del hospital regional de Río Grande que protagonizaban ayer un centenar de médicos de ese establecimiento en reclamo de la renuncia de la secretaria de Salud local, María Rosa Sahad. Los incidentes entre los manifestantes y los policías que los desalojaron, dejaron varios heridos y detenidos. Todo se inició a las 18 de ayer cuando unos 150 policías armados con itakas y escudos antimotines desalojaron a los trabajadores del hospital con disparos de balas de goma, gases lacrimógenos, golpes de puño y hasta algunas patadas.
En tanto, los médicos, enfermeros y ordenanzas respondieron a la policía con el fluído de matafuegos y agua de las mangueras contra incendios, lo que provocó destrozos de vidrios y mampostería del hospital, en particular de la oficina del Consejo de Administración. En el establecimiento permanecían internadas "unas cuarenta personas", indicaron representantes gremiales.
Fuentes oficiales dijeron que la médica Sahad, el secretario de Seguridad de la provincia, Guillermo Lindl, y el secretario de Administración de Salud, Alejandro Fotheringham, permanecían encerrados en la dirección del establecimiento mientras se desataba la represión en el acceso al edificio.
Los médicos quieren la renuncia de Sahad porque los acusó de haber "saboteado" al hospital por "romper los respiradores artificiales y de haber contaminado el agua de los aparatos de hemodiálisis".
El conflicto sanitario se inició en Tierra del Fuego desde hace un año cuando el gobernador Carlos Manfredotti dispuso un fuerte ajuste en el sector y la cuestionada privatización del servicio de atención médica de la intervenida Obra Social de los trabajadores del estado que recayó en manos de una empresa de Ushuaia. (DYN)