El nuevo gobierno intenta acercar posiciones con los acreedores internacionales para lograr recomponer el crédito que el país tiene cortado desde hace meses, un proceso que se agudizó cuando el FMI decidió suspender el desembolso de 1.260 millones de dólares que tenía pactado con la Argentina. Para eso, y luego de haber declarado la cesación de pagos, trascendió que el país giró el jueves pasado 17 millones de dólares al FMI por el pago de una deuda, como señal de que no el país está dispuesto a cumplir con sus compromisos.
El presidente Adolfo Rodríguez Saá anticipó que "vamos a tener una misión del FMI, o una misión de la Argentina en el FMI" el mes próximo."Nosotros vamos a presentar un programa económico sustentable cuando estemos en condiciones. Nos tienen que tener paciencia para que esto lo podamos construir", afirmó el mandatario en respuesta a los reclamos de los organismos internacionales de crédito.
Para lograr este programa, en la cartera de Hacienda se estudiaba ayer mantener el último paquete impositivo lanzado por Domingo Cavallo que, según el ex ministro, permitía elevar la recaudación en 4.000 millones de pesos anuales.
Ayer por la mañana el FMI confirmó que la subdirectora gerente de la entidad Anne Krueger se había comunicado el jueves telefónicamente con el presidente Rodríguez Saá donde le manifestó que para obtener ayuda financiera el gobierno argentino debería presentar un plan sustentable basado en el equilibrio fiscal y en un conjunto de reformas estructurales, en el que se incluyen una nueva ley de coparticipación, la reforma del Estado y la reforma en la seguridad social.
En este marco, el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias, aseguró ayer que el organismo "tiene previsto aprobar préstamos de emergencia de rápido desembolso" para la Argentina, si ésta arregla su situación con el FMI.Así lo aseguró la Secretaría de Hacienda e Ingresos Públicos a través de un comunicado, luego de que el titular de la cartera, Rodolfo Frigeri, se entrevistara con Iglesias. El desembolso de estos préstamos está supeditado a que Argentina normalice su relación con el FMI.
La decisión de apoyar la política que encara el nuevo gobierno argentino nació con el aval político del presidente norteamericano George Bush, quien viene bregando por que la Argentina ponga en práctica un plan de económico sustentable. El primer mandatario norteamericano se lo hizo saber al presidente Adolfo Rodríguez Saá con quien hoy mantendrá una comunicación telefónica.Así lo confirmaron anoche fuentes oficiales, que indicaron que el embajador de Estados Unidos en Buenos Aires James Walsh llamó a Rodríguez Saá para confirmarle una comunicación telefónica con Bush el sábado a las 11.15.
Una movida desde el Norte
El apoyo de EEUU está supeditado a una serie de requisitos que no son ni más ni menos que los que vienen reclamando los organismos multilaterales de crédito.
Ayer Bush reclamó que la Argentina ponga en orden sus políticas fiscal y monetaria y desarrolle un plan económico sustentable que incluya programas de ajustes estructurales.
En ese sentido, el mandatario norteamericano estaría dispuesto a proveer asistencia técnica a través del FMI, si la Argentina lo pide."La clave para Argentina es poner su política fiscal en orden, poner su política monetaria en orden y desarrollar un plan", dijo Bush."La señal que enviamos al gobierno argentino y a los amigos en la región es que estamos dispuestos a ayudarlos a desarrollar un plan si nos piden asesoramiento técnico".
El presidente norteamericano sigue de cerca la situación de la Argentina, al punto que también habló por teléfono con sus colegas de Brasil, México, Chile y Uruguay sobre la crisis económica y social del país.
"Le dejé en claro a esos gobiernos que queremos trabajar con ellos,asegurarnos que los argentinos comprenderán que apoyaremos un plan que sostenga el crecimiento económico", especificó Bush.
De todos modos, el gobierno argentino busca normalizar la situación financiera a partir del pago de los intereses de los créditos otorgados por organismos internacionales y la refinanciación de las deudas locales.Además analizan el monto de emisión que tendrá la tercera moneda para que no se manifieste como una forma de emisión que afecte el equilibrio fiscal.
Los legisladores peronistas, encabezados por Jorge Remes Lenicov, Jorge Matzkin y Oscar Lamberto, anticiparon que esta debe ser "limitada", en contra de la opinión del renunciante presidente del Banco Nación, David Expósito, que proponía que alcance los 15.000 millones de pesos.
Pero mas allá de las cuestiones fiscales, y para brindar mas señales de voluntad de cumplimiento con los acreedores, Hacienda logró refinanciar 450 millones de dólares que vencían hoy de Letras del Tesoro (Letes).Según fuentes del mercado, las AFJP aceptaron tomar 300 millones de Letes, y los fondos comunes renovaron 110 millones, sobre 140 millones que vencían.
Los fondos restantes se harán efectivos a través de una operación de crédito comandada por el Banco Nación.