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El valor del ejemplo

El multimillonario ex presidente Menem -con cuentas en Suiza- utilizaba en forma habitual en sus discursos al país la expresión "queridos hermanos y hermanas" agregando al finalizar que los llevaba y abrazaba en su corazón. ¿Lo recuerdan? Estas fraternales expresiones de cuya sinceridad no hay porqué dudar, vienen a cuento ante los dramáticos momentos que hoy y desde hace años padecen millones de argentinos empobrecidos y vilipendiados hasta límites increíbles gracias a la política neoliberal de ex presidente y su siempre mal recordado ministro Cavallo, la que se ha agudizado en los dos últimos años. En efecto, miles de ciudadanos hambrientos cuyos testimonios estremecen salieron a las calles en busca de comida a cualquier precio pues el hambre no sabe de esperas. Ante esta durísima realidad creo que el mandatorio, dueño de cuantiosa fortuna, debiera dar una mano fraterna a sus "hermanos" hambrientos haciendo realidad sus expresiones de unión y buena correspondencia entre sus muchos hermanos y hermanas que hoy no tienen qué comer. De ser así ese ejemplo sería de extraordinaria eficacia para que otros "pudientes" de su entorno puedan imitarlo ayudando en algo a tantos pobres con hambre. El único egoísmo aceptable es el de procurar que todos estén bien para uno estar mejor pues, como dijo Publio Siro, el que sólo vive para sí está muerto para los demás. Pueden y debieran hacerlo.
Roberto Torres