De 1933: última revolución radical
Reunidos los delegados del radicalismo de todo el país en la ciudad de Santa Fe para participar de la Convención Nacional partidaria, presidida por Marcelo T. de Alvear, resolvieron tomar las armas y lanzarse en revolución contra el gobierno del presidente Agustín P. Justo, uno de los responsables del golpe de Estado que derrocó al mandatario constitucional Hipólito Yrigoyen, tres años antes. En Rosario los revolucionarios atacaron algunas comisarías y al Escuadrón de Seguridad. El movimiento fue sofocado, y Alvear y los dirigentes radicales debieron huir del territorio nacional. Fue la cuarta y última revolución radical que presenciaron las calles de la ciudad de Rosario.
De 1887: construcción de desagües
La municipalidad firmó un contrato con Juan Staniforth concediéndole la construcción y explotación de un sistema de cloacas y desagües, en la zona comprendida por las siguientes arterias: oeste, España; sur, bulevar Pellegrini; y al este y al norte, el límite de la ciudad sobre la ribera del río Paraná.
De 1924: primer embarque del Swift
En la planta del Frigorífico Swift S.A., inaugurada ese mismo mes en el barrio Pueblo Nuevo, de Villa Gobernador Gálvez, tuvo lugar el primer embarque de su producción en el vapor Murillo, de bandera inglesa, con destino a Alemania. El funcionamiento de aquella planta alentó un proceso de urbanización en la zona.
De 1961: no más pintadas
El Departamento Ejecutivo municipal dictó un decreto por el que prohibió, de modo absoluto y en toda el perímetro del municipio, utilizar los tapiales y frentes de edificios públicos y privados para pintar o estampar leyendas y consignas con finalidad política, como también cualquier anuncio vinculado con centros de estudiantes, clubes deportivos y sociales y demás organizaciones similares. Las infracciones fueron penadas con multas que oscilaron entre mil y cien mil pesos, según la gravedad del daño causado.
De 1983: nuevo rector de la UNR
Asumió sus funciones el nuevo rector normalizador de la Universidad Nacional de Rosario, doctor Artemio Luis Melo, quien ese momento resaltó la necesidad de lograr una Universidad "abierta, democrática y funcionalmente autónoma".