Oscar Washington Tabárez regresará a la conducción técnica de Boca Juniors, actual bicampeón sudamericano, después de ocho años y con la difícil misión de suceder a Carlos Bianchi, el entrenador más exitoso en la historia del club. El Maestro, como se lo conoce en el ambiente del fútbol, fue presentado ayer durante una conferencia de prensa que compartió con el presidente Mauricio Macri, en la Bombonera. El contrato será por un año a cambio de 800 mil dólares y la asunción está programada para el próximo 10 de enero en el estadio, cuando los jugadores regresen de sus vacaciones para partir un día después a la ciudad de Tandil, donde se desarrollará la pretemporada. Boca recupera un emblema característico de la década del 90, que ganó una buena parte de los corazones xeneizes no sólo por el título del Apertura del 92, después de once años sin consagraciones, sino porque durante su ciclo se inició la celebrada paternidad sobre River Plate, que todavía persiste. El técnico le ganó la pulseada a su compatriota Jorge Fossati, actualmente en Colón, quien finalmente no convenció a la dirigencia por su condición de ajeno a la historia de Boca, al margen de que la CD no quería tener inconvenientes con sus pares santafesinos. Los dos uruguayos fueron los únicos candidatos que llegaron con posibilidades a la recta final de la carrera por el buzo, en la que quedaron marginados Osvaldo Sosa, Alfio Basile -por decisión propia- y el chileno Manuel Pellegrini, el elegido. El entrenador trasandino había sido designado por el presidente Macri, pero finalmente quedó descartado por arreglar su continuidad a San Lorenzo. Tabárez, por historia, perfil y afinidad con el público, fue finalmente quien sedujo al ingeniero Macri para asumir el riesgoso costo de reemplazar a un técnico como Bianchi que no dejó objetivo por cumplir. El acuerdo entre las partes no demoró demasiado: Tabárez arribó al país desde Montevideo pasado el mediodía y a las 16.30 se entrevistó con el presidente en la Bombonera. Primero hubo una charla de presentación, luego discutieron las condiciones económicas y laborales y, pasadas las 19, se formalizó el retorno de Tabárez, quien debe hacer olvidar al Virrey. (Télam)
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