Ya son 55 los muertos por el temporal en Río

Las lluvias que azotan el estado brasileño de Río de Janeiro desde Navidad ya dejaron 55 muertos, aunque las brigadas de rescate temen que hay decenas más de víctimas sepultadas entre el lodo y los escombros.
La zona de desastre fue visitada ayer por el presidente Fernando Henrique Cardoso, quien ofreció ayuda para los damnificados. Los equipos de rescate reanudaron las excavaciones entre toneladas de fango, basura y escombros, pero admitieron que sería prácticamente imposible encontrar sobrevivientes.
"La lluvia paró y podemos trabajar sin exponer a nuestra gente a nuevos aludes", señaló el coronel Joao Bosco, jefe del Departamento de Defensa Civil del estado. "Pero lamentablemente sólo esperamos recuperar cadáveres". Dijo que se han recuperado un total de 55 cuerpos. Otras 31 personas continúan desaparecidas.
Entre tanto, el presidente Cardoso llegó la mañana de ayer a Río de Janeiro para inspeccionar los daños y ofrecer al estado ayuda federal, aunque no precisó el monto. "Estoy con el corazón partido", dijo Cardoso tras visitar las casas en uno de los barrios más afectados por las lluvias en Petrópolis, un popular destino turístico en las montañas de Río.
Casi todas las víctimas vivían en asentamientos en los cerros, muchos de los cuales se deslizaron por las lluvias en aludes que sepultaron a familias enteras y sus casas bajo toneladas de barro y piedras.
Las imágenes de televisión mostraron a los equipos de rescate usando máscaras mientras desenterraban cuerpos entre el barro y las ruinas, y los colocaban en rejas de metal. En la ciudad de Río, cinco personas murieron en las "favelas" que cubren los cerros de la ciudad, cuando colapsaron sus casas. Más de mil personas quedaron sin casa en el estado y cientos fueron evacuados a las escuelas, gimnasios e iglesias donde recibían alimentos y ropa, así como ayuda de los gobiernos municipal y estatal. Los meteorólogos pronosticaron más lluvias ligeras en el estado de Río de Janeiro para hoy, pero advirtieron que para Año Nuevo se esperan lluvias torrenciales. (Reuters)