Felipe Bernava, el bebé de dos meses que gracias a una colecta solidaria que juntó los 100 mil dólares pudo ser operado del corazón en los Estados Unidos a los tres días de nacido, llegó ayer al aeropuerto internacional de Ezeiza entre muestras de emoción y alegría de familiares y amigos. "Felipe es un símbolo de la solidaridad de los argentinos", dijo Mariana, su mamá, mientras arropaba a su pequeño ante la atenta mirada de Fernando, papá de Felipe, y Macarena, la otra hija del matrimonio.
A las 10.30 de ayer llegó el pequeño Felipe, el niño que estuvo al borde de la muerte a causa de una malformación del ventrículo izquierdo detectada a los cinco meses de embarazo. "Teníamos muchas ganas de ver a la familia, a nuestros amigos. Estamos muy felices de tener a Felipe acá", declaró Mariana quien, pese al cansancio por el largo viaje desde Boston y a los meses de tensión vividos, no podía ocultar su alegría por el reencuentro.
Fernando Bernava, el padre, asentía a cada una de las palabras de su mujer y se animó a interrumpir para recordar los difíciles momentos vividos desde que supieron de la enfermedad de Felipe, su nacimiento el 20 de octubre, y la operación a los tres días de vida.
"El momento del diagnóstico, al quinto mes de embarazo, fue muy triste -indicó- y ninguno de los dos podía creer lo que estaba sucediendo, por eso ahora vivimos el momento como en un sueño".
Mariana mencionó que pese a todas las opciones que les habían dado "lo único que teníamos en claro es que queríamos al bebé y así lo hicimos". En los Estados Unidos, la fuerza de los padres de Felipe se puso a prueba en varias oportunidades porque, según contaron, el posoperatorio se complicó una semana después de realizada la intervención. "Fue más grave que la propia operación -precisó Fernando-, le obligó a Felipe a permanecer un mes y medio en terapia intensiva, pero gracias a Dios se recuperó lo más bien".
"Un pequeño malcriado"
Mariana confesó que en el tiempo que estuvo internado le había prometido a Felipe cumplir todos sus deseos y que iba a poder hacer todo lo que quería: "creo que me escuchó -dijo entre risas- porque ahora hace lo que quiere como un pequeño malcriado".
Conscientes de que recién se ha completado el primer paso para la recuperación de Felipe -está previsto que a mediados de marzo retornen a Estados Unidos para una nueva cirugía-, el matrimonio Bernava apuesta a la fe y el amor para seguir viviendo. "Quiero que Felipe siga luchando como lo hizo ahora. Fue una enseñanza para nosotros verlo salir con tanta fuerza de cada complicación que se presentaba", manifestó la madre.
Junto a la familia, el abuelo Rodolfo jugueteaba con su nieta Macarena y no podía ocultar la emoción del momento.
En tanto, Juan Car, titular de Red Solidaria, recordó que una vez lanzada la campaña para que cien mil argentinos aporten un peso en una cuenta del Banco Nación, "se formaron largas colas de gente que quería colaborar". Relató que "a los 14 días de iniciada la colecta se reunieron 70 mil pesos y, antes de un partido con Brasil, la selección de fútbol donó 25 mil que sumados a 5 mil que aportó Tinelli junto a los pasajes, completó la cifra". (Télam)