Peshawar. - La incógnita sobre el paradero de Osama Bin Laden, cuya búsqueda continúa en las montañas de Tora Bora, dio paso a la versión sobre una muerte "serena", por causas naturales a mediados de diciembre, del líder de la red terrorista Al Qaeda. Bin Laden habría muerto a causa de una enfermedad pulmonar agravada por una complicación cardíaca. El fundador de Al Qaeda estaría sepultado en un lugar secreto, y la tierra fue pisada detalladamente para evitar que el sitio sea individualizado por las fuerzas aliadas.
Esta versión fue sostenida por fuentes talibanas citadas por medios paquistaníes, mientras desde Kabul no se produjo ninguna confirmación. Según una radio, quien confirmó la muerte de Bin Laden -una hipótesis manejada ya por los norteamericanos y por el propio presidente de Pakistán, Parvez Musharraf- habría sido un prisionero. Para el diario Pakistan Observer, en cambio, la noticia provino de seguidores del líder de Al Qaeda aún libres.
El relato de estas últimas fuentes insiste en que Bin Laden habría muerto en su casa víctima de una enfermedad pulmonar tal vez agravada por complicaciones cardíacas, pero con ánimo "fuerte y sereno". Más aún, mientras los norteamericanos bombardeaban furiosamente la zona, el "enemigo número uno" de Estados Unidos habría recibido incluso la visita de algunos familiares, seguidores y hasta de una de sus cuatro mujeres, dejándoles a éstos un último mensaje.
"No tengo remordimientos", habría dicho el líder saudita, invitando a los musulmanes a seguir luchando con todas sus fuerzas y confiando en la "recompensa de Dios". Bin Laden, siempre según estas fuentes, habría sido sepultado y la tierra nivelada cuidadosamente sobre la tumba en el respeto de la tradición wahabita y con el fin de no permitir nunca su individualización de parte de los "infieles".
Algunas informaciones sobre la suerte de Bin Laden, antes de los nuevos ataques, podrían provenir de Awal Gul, un jefe guerrillero afgano vinculado a Al Qaeda y detenido por comandos norteamericanos en las últimas horas.
EEUU no lo cree
La noticia sin embargo no parece convencer a Estados Unidos que, según informaciones de prensa, estaría preparando una nueva operación de ataque y minucioso estudio de la región de Tora Bora. En Washington, funcionarios de Defensa dijeron que "nuevas operaciones son inminentes".
Una opción es utilizar bombas "termobáricas" para extraer aire de las cavernas subterráneas, asfixiando a cualquier persona que se refugie en ellas. Este tipo de bombas destruye todo lo que hay en un radio de 550 metros. Al contrario de las bombas convencionales, provocan la dispersión de polvo concentrado en el aire, que convierte todo lo que está cerca en combustible. El Pentágono expresó el viernes que enviará 10 bombas experimentales de este tipo a Afganistán.
(Ansa y Reuters)