El mercado de Tokio cerró ayer con una moderada caída del 0,8% por el temor a las consecuencias de la cesación de pagos de la Argentina. La decisión del gobierno de Adolfo Rodríguez Saá de suspender el pago de la deuda golpeó a las corredoras de Bolsa japonesas. Muchos de los bonos Samurai de Argentina, que totalizan unos 1.480 millones de dólares, están en manos de inversores japoneses que acaban de ser golpeados por la caída en el valor de algunos fondos de administración de dinero que incluían bonos de Enron, la gigante estadounidense en la comercialización de energía que recientemente se declaró en bancarrota. El incumplimiento de Argentina en el pago de su deuda, aunado a la debacle de Enron podrían disuadir a los inversores japoneses de invertir su dinero en activos riesgosos en momentos en que los ingresos de los intermediarios bursátiles están bajando debido a los bajos precios de las acciones, dijeron analistas. "Hay preocupación de que sus clientes se abstengan de negociar activos más riesgosos incluso por más tiempo, también me preocupa que alguna corredora tenga bonos argentinos en sus activos internos", comentó un operador que pidió no ser identificado. La semana pasada, la reducción en las tasas de interés por parte del Banco de Japón, la sexta en este año, había impulsado brevemente al sector. La mayor corredora de Bolsa japonesa, Nomura Holdings Inc., cerró la jornada de ayer con una baja de 2,14%, mientras que la tercera, Nikko Cordial Corp, perdió 4,84%. Nomura y Nikko están entre los principales colocadores de los bonos Samurai de Argentina. Dai wa Securities Group, que no participó en la colocación de ninguno de los Samurais argentinos en circulación, subió durante parte de la sesión, pero terminó con baja de 0,42%. El índice Nikkei cerró a 10.254,81 unidades. "Tales factores son preocupantes, especialmente dada la debilidad actual en el ánimo del mercado", dijo Yoshinobu Muraoka, administrador de fondos de DLIBJ Asset Management, que supervisa el manejo de 383.000 millones de yenes (2.930 millones de dólares) de fideicomisos de inversión. "Estamos reacios a aumentar el peso del sector, mientras las circunstancias no mejoren", comentó. Según los participantes, desde el inicio de la sesión los títulos financieros fueron vendidos para realizar beneficios, ante la creencia de que la crisis de Argentina y la suspensión de los pagos de la deuda externa que decretó el presidente de la Nación, Adolfo Rodríguez Saá, tendrá consecuencias negativas en la economía mundial. La suspensión del pago de la deuda quedó formalizada con la comunicación efectuada por el secretario de Hacienda, Rodolfo Frigeri. "La República Argentina anunció hoy (lunes) que diferirá los pagos de los intereses y el principal correspondiente a su endeudamiento externo, efectivo en forma inmediata", señala la comunicación. La deuda argentina alcanza los 132.000 millones de dólares, de los cuales anualmente el país debe saldar 19.000 millones.
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