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El nombre de las calles

Al observar en un boletín municipal un mapa del Rosario antiguo, de reducida extensión, me impactó el nombre de las calles de dirección norte-sur que comprendían el microcentro. Sus nombres eran: San Nicolás, Saladillo, Mensajería, calle Real, Comercio, Aduana, Puerto y Libertad. Ningún homenaje personal. Me acordé de un lema que tienen respecto a sus ciudades esos odiados pero admirados ingleses: Progreso y Tradición. Es decir, los más modernos y mejores servicios, en toda su amplitud, pero conservando los valores tradicionales que hacen al ser de una ciudad diferenciándola de otras. Los nombres de las calles, sobre todo los de sus orígenes, forman parte del ser de una ciudad. En muchas ciudades se ha cambiado el nombre queriendo rendir homenaje al caudillo de determinados sectores. No será el momento de revisar integralmente la nomenclatura de las calles de la ciudad, para lo cual las autoridades municipales deberían recurrir a los antecedentes históricos y al concurso de estudiosos de nivel, despojados de condicionamientos partidarios o ideológicos. Por mi parte, propondría mantener el antiguo nombre en el tramo comprendido entre el río y avenida Pellegrini quedando el actual para el resto del recorrido hacia el sur, reponiendo el de 25 de Diciembre. Reponer el nombre a la calle Pichincha, quizás cambiado por vergüenza cuando es un pedazo de historia. Lo mismo diría para las avenidas Godoy y Córdoba.
LE 2.448.697