Carlos Roberto Moran
Santa Fe. - El intendente Marcelo Alvarez dispuso reducir su salario en un 10 por ciento y la medida alcanza también a los miembros de su gabinete. El titular del Departamento Ejecutivo aceptó que los próximos meses "serán muy duros" dada la crisis que vive el país y a la cual no está ajena Santa Fe, que tiene un altísimo índice de desempleo y en la que en recientes jornadas se registraron graves hechos de violencia que dieron como saldo un muerto, heridos y detenidos, además de una considerable cantidad de negocios saqueados. El intendente, al comunicarle a la prensa su decisión de rebajar los salarios tanto de él como de los funcionarios políticos sostuvo que "la gente pide gestos y más que eso, hechos". Agregó que se aplicará también un descuento del 20 por ciento en los sueldos de los asesores y convocó al Concejo y a los organismos descentralizados para que imiten esa decisión. Aclaró que si bien "no es un ahorro significativo en dinero", son formas de "empezar a achicar los costos de la política". Confirmó que enviará en breve al Concejo el proyecto de Presupuesto 2002 que tendrá considerables recortes, que no obstante serán menores que los ajustes dispuestos en el orden provincial. Al mismo tiempo anticipó que habrá un incremento de un millón de pesos para Promoción Comunitaria. Luego de formular declaraciones a la prensa, Alvarez se reunió con la parte "oficial" del fragmentado bloque justicialista, vale decir con los concejales que responden al gobernador Carlos Reutemann (algunos de ellos, a su vez, representan al obeidismo), en la que analizó los detalles del referido presupuesto. Se interpreta que también se pasó revista a los últimos hechos ocurridos de Santa Fe y a las diversas medidas que se vienen aplicando para distender la situación, especialmente en barrios carecientes, donde se cumple la distribución de alimentos donados en su gran mayoría por supermercadistas. Esta tarea se reanudará en la jornada de hoy y el intendente confirmó que ya se repartieron unos 8.000 bolsones, distribuidos en menos de 48 horas. Dijo al respecto que "la gente se comportó excelentemente bien y no hubo problemas". Aclaró que los repartos se extenderán hasta fines de enero: "La puerta que ahora abrimos hay que cerrarla el 31 de enero. Pasadas las fiestas y la tormenta nacional, las cosas podrían calmarse", confió.
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