El mediodía del 24 de diciembre fue movidito frente a la sede de Rosario Central. Es que empleados del estadio y la ciudad deportiva, más varios integrantes de los cuerpos técnicos de las divisiones inferiores, reclamaron desde el mediodía hasta las primeras horas de la tarde los haberes atrasados, como también vales de supermercados que no fueron entregados a todos. Y no se fueron conformes con los que les dieron, al punto de que varios dejaron entrever que enviarán el telegrama declarándose despedidos. La deuda con algunos empleados llega a los diez meses en materia de salarios y el sábado último los directivos intentaron paliar la demanda entregando vales de supermecados por valor de 150 pesos. Sin embargo, eso no habría dejado conforme a la mayoría y por eso el lunes se juntaron en la sede para hacer oír sus reclamos. Lo que se llevaron, después de muchas discusiones, fue algo de plata que no alcanzó a pagar un mes de sueldo, por lo que prometieron continuar con los reclamos, mientras algunos parece que recurrirán a la vía legal.
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