Año CXXXV
 Nº 49.340
Rosario,
lunes  24 de
diciembre de 2001
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El pueblo espera recuperar la industria turística que alguna vez lo hizo florecer
Melincué puede soñar con el futuro
Se licitaron obras para regular la laguna. Es el puntapié para desarrollar variados proyectos de inversión

Silvia Carafa

Melincué. - La comunidad de este pueblo recibió una noticia que esperaba desde hace décadas y que podría ser el puntapié para recibir mejores novedades: fueron licitadas las obras para regular la laguna de Melincué, en el marco de una serie de acciones dispuestas para paliar la crisis hídrica en el sur provincial. Cuando estas tareas concluyan habrá luz verde para tratar de impulsar la concreción de un casino -un viejo anhelo- y potenciar el cariz turístico que caracteriza al lugar.
"Jamás Melincué tuvo una perspectiva más interesante", dijo Jorge Raposo, quien volvió a presidir la administración comunal después de una década. En medio de la crisis generalizada, esta localidad de 2.300 habitantes tiene ante sí el horizonte por el que luchó en el último medio siglo. Una paradoja que no pasó desapercibida: a pesar de los pesares, este es el mejor momento en los 230 años que tiene el pueblo.
La decisión de incluir la solución para Melincué en la ley de emergencia hídrica y la necesidad de usar el canal San Urbano para drenar agua desde Venado Tuerto fueron el golpe de timón. Días atrás se abrieron los sobres del concurso de precios para la regulación de nivel de la laguna Melincué, la ampliación del puente sobre el canal San Urbano en la ruta 93, y el acondicionamiento de este canal y su conexión con Venado Tuerto. Los fondos provendrán de la Nación a través de un fondo fiduciario.
Conscientes de que, en lo que hace al turismo, todo está por suceder en el pueblo, los melincuenses apuestan a la radicación de un casino para aumentar el peso específico de la oferta que tienen preparada. Aguas curativas, fangoterapia, pileta climatizada, y hasta un spa, ya tienen forma de proyecto. Más aún, hay inversionistas de la región que han empezado a demostrar estar interesados en el tema.
Pero las expectativas que ahora tiene la población reconocen un precedente: un año atrás se promulgó la ley 11.634, sobre el Area de Planificación Estratégica Ambiental del Humedal de la laguna de Melincué. Esta norma disponía la realización de las obras citadas, pero las ataba a la inversión turística. Además preveía una erogación por parte de las arcas provinciales. Sin embargo, el proyecto para realizarlas no se había incluido en el presupuesto del próximo año.

La esperanza y el recuerdo
Delqui Nocino es comerciante y vecino por adopción de Melincué desde hace 25 años. "Venimos bregando por estas obras desde hace muchos años -dijo-, es lo que siempre propusimos para el crecimiento de este pueblo y de toda la zona", explicó. Cuando 30 años atrás, los fines de semana eran una fiesta en el balneario, no había buenas rutas ni la actual densidad de población en las localidades vecinas. El dato potencia las esperanzas y abriga ilusiones: si antes había 12 mil personas por domingo, ahora todos creen que podrían llegar a ser el doble.
Alejandro Fernández preside el Centro Económico de Melincué y destacó la importancia de la inminente realización de las obras de nivelación de la laguna. La primera y gran consecuencia será impulsar por todos los medios un proyecto turístico, porque ese fue siempre el perfil del lugar. "Si bien había algunas fábricas el fuerte era la explotación del turismo en verano y algunos fines de semana de primavera y otoño", relató.
Hoy, los buenos viejos tiempos son sólo recuerdos y fotos sepias en los comercios, que disparan anécdotas y añoranzas; evidencias de una estructura que quedó desmembrada por el agua y la falta de previsiones a nivel local y provincial. Hasta aquel momento el turismo motorizaba la economía del pueblo y la ganancia de cada temporada era la reserva para el resto del año. Pero las lluvias intensas de 1977 anegaron el complejo turístico y acabaron con la época de vacas gordas.
"En aquel momento se tomaron medidas que no previeron contener el agua que llegaba de otros lugares, tal como después se hizo con la ampliación del canal San Urbano", explicó Fernández. Ahora, de la seguridad que den las obras anunciadas dependerá el interés de los inversores por montar una infraestructura turística de buen nivel. Las obras se harán conforme a la ley 11.634, que regla la conservación del humedal y la explotación turística. La norma delimitó el área de planificación estratégica ambiental como un lugar de desarrollo natural para promover el uso sustentable del ambiente y sus recursos. Comprende los distritos de Melincué, Carreras, Hughes, Elortondo y Labordeboy. También se prevé implementar y controlar programas, proyectos y normas de regulación del medio ambiente y sus recursos. Dentro de ese marco, la ley delimita una subárea llamada Reserva de Usos Múltiples, que comprende a la laguna de Melincué y sus islas. Además, autoriza a concesionar las obras de manejo de excedentes hídricos y de explotación turística.



La laguna podría volver a ser una atracción.
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