Los problemas económicos por los que atraviesa Argentina motivaron que el nivel de los jugadores extranjeros que llegaron en esta temporada a la Liga Nacional de básquetbol haya sido muy pobre, al punto que al promediar la competencia algunos clubes no saben si podrán continuar pagándoles sus sueldos.
Por la recesión en la que se encuentra el país desde hace ya más de tres años, la mayoría de los clubes que participan en la liga deben optar por contratar a extranjeros baratos y de un nivel bastante inferior a los que venían en los primeros años de la década pasada.
Cuando el saliente ministro de Economía Domingo Cavallo impidió que los trabajadores retiren la totalidad de sus sueldos, permitiendo solamente sacar 1.000 pesos por mes, casi todos los jugadores extranjeros adoptaron medidas de fuerza por no comprender cómo no podían cobrar sus haberes ni girarlos a su familia en sus países de origen.
Por este motivo, la Asociación de Clubes (AdC) programó una reunión con los dirigentes de los equipos de la Liga Nacional y el TNA para el miércoles 26, para tratar de encontrarle una solución al problema.
Sin embargo, por la incertidumbre que generan las nuevas medidas, la AdC tiene pensado liberar a los clubes de tener que presentarse a jugar con extranjeros, ya que cada vez son más los equipos que no pueden pagarles.
Los clubes están preocupados porque tienen contratos firmados en dólares con sus jugadores extranjeros y en caso de que el nuevo gobierno decida devaluar, por lo menos la mitad de los equipos deberán despedirlos.
Además, en caso de que la AdC deje de exigir que los clubes jueguen con extranjeros, se profundizaría aún más la diferencia entre los pocos equipos poderosos y bien administrados que podrán seguir pagándoles a sus refuerzos y los que no están en condiciones de hacerlo.
Cabe destacar que no sólo los extranjeros tienen problemas, debido a que los jugadores nacionales también son castigados, de manera especial porque los dirigentes siempre les pagan primero a sus foráneos (para que no abandonen el equipo) y luego a los criollos.
Peñarol de Mar del Plata, que fue uno de los equipos que acordó el nuevo calendario con el que se está jugando -en el que no hay receso para las fiestas-, fue el primero en violarlo.
Así, los dirigentes del club marplatense negociaron una rebaja del sueldo para Josh Pittman y Jarred Prickett a cambio de otorgarles unas minivacaciones para las fiestas.
Otro ejemplo, aunque del lado de la abundancia, es Atenas, que pese a contar con el mejor extranjero de la competencia y con excelentes jugadores nacionales, desde hace algunos años está teniendo problemas en ese rubro, principalmente por la falta de química entre tantas estrellas y la insatisfacción y exigencia de sus dirigentes.
Precisamente, los directivos griegos resolvieron prescindir de Deon Dobbs y su reemplazante sería Charles Byrd, con quien se están ultimando las negociaciones para que se incorpore al equipo más ganador en la historia de la liga.
Byrd es un goleador empedernido y con un juego similar al del tirador John Eubanks (actualmente en el Reggio Calabria de Italia), quien fue despedido por su egoísmo y poco apego a la defensa.
Esta semana, la última del año, será crucial para la liga, ya que la reunión entre los clubes definirá si la competencia continúa como hasta ahora o cambia radicalmente, lo que abriría muchas sombras sobre su futuro porque sin extranjeros el espectáculo perdería más nivel. (Télam)
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