Venado Tuerto. - Un joven venadense fue distinguida con el premio nacional Manos Abiertas, otorgado por el Rotary Club por su incesante labor por los jóvenes discapacitados y en situación de riesgo social. Hace diez años, Liliana Matkovich fundó la asociación civil Hogar Familia para atender la problemática de los chicos de la calle.
La designación de Liliana fue propuesta por el Rotary venadense y elevada a todos los clubes rotarios del país para designar a la personalidad más solidaria del año. Se tuvo en cuenta la trayectoria, vocación y la historia de vida. El jurado nacional decidió en Mendoza premiar a la joven venadense por su inquebrantable lucha por los que menos tienen.
En la sede de Hogar Familia de Agüero 625 conviven catorce chicos de entre 8 y 24 años con problemas de desarrollo intelectual y en franca situación de riesgo social. Básicamente son niños y adolescentes abandonados por sus padres.
Liliana tiene 31 años y su historia es un tanto atípica para una mujer de su edad. Oriunda de Chovet, un día decidió mudarse a Venado Tuerto para estudiar y desarrollarse, algo que en su pequeño pueblo le era casi imposible. En 1992, junto con una amiga, comenzó a cuidar chicos en situación de riesgo. En menos de un año ya eran varios chiquitos. Con su mirada cómplice y llena de ternura, Liliana confiesa: "Esto no es nada fácil de realizar; por un lado tenés la alegría que te dan los chicos, pero por el otro se te hace muy difícil, y no sólo en el aspecto económico".
El hogar cuenta con una modesta casa que, si bien posee todas las comodidades, se va quedando chica ante la incesante demanda de nuevos niños que se acercan en busca de un hogar. Más allá del espacio, lo que más buscan esos niños es algo que a Liliana le sobra: amor.
El sueño de la casa propia
El sueño de Liliana es la vivienda propia ya que la casa donde funciona la asociación civil es alquilada. Una conocida empresa venadense colabora mensualmente pagando el alquiler. Otras empresas y también particulares de la ciudad colaboran desinteresadamente con su labor.
Otro de los medios para obtener recursos son las fiestas, que se organizan para recaudar fondos y el aporte que realizan algunos comerciantes que le venden a un precio inferior -a veces las regalan- las mercaderías necesarias para el funcionamiento cotidiano.
"Necesitamos alrededor de 2.300 pesos por mes para atender las necesidades de los catorce chicos y, si bien es cierto que para lo mínimo e indispensable nos alcanza, con algo más de dinero se podrían hacer más cosas para mejorarles su calidad de vida", afirmó la joven. Más recursos implicarían la posibilidad de ayudar a más chicos en riesgo social. "En estos días llegaron tres nuevos que me pidieron poder estar en la casa y la verdad -dijo, sin ocultar su tristeza- es que no hay más lugar".