Tres jóvenes de 17 años internados en el Instituto de Recuperación de Adolescentes de Rosario (Irar) tomaron como rehén por casi cinco horas a un celador del establecimiento para que les concedieran diversas peticiones. La protesta se resolvió en forma pacífica tras cinco horas de negociaciones con un grupo de mediadores de las Tropas de Operaciones Especiales. El conflicto comenzó alrededor de las 11.30 de ayer en el establecimiento de Saavedra y Cullen cuando tres jóvenes de 17 años armados con chuzas de hierro tomaron como rehén al celador Daniel Correa, que se encontraba realizando reparaciones en uno de los pabellones. El titular de la Dirección Provincial de Menores en Conflicto con la Ley Penal, José Albrizio, señaló que los reclamos de los menores eran diversos. Uno de los menores, oriundo de la ciudad de Santa Fe y a disposición del juez Julio Roggiano, solicitaba que no lo trasladaran a un penal policial ante el temor de ser objeto de represalias por ser procedente de la capital provincial. Según Albrizio, el temor del joven era infundado ya que "no estaba en los planes trasladarlo a una comisaría y no se trata de una práctica habitual". Además, "el juez Roggiano lo había autorizado a pasar las fiestas de Navidad y Año Nuevo con la madre", medida que será revisada por el magistrado tras los incidentes de ayer. Otro de los jóvenes requería una entrevista con el juez de Menores Jorge Alberto Cartelle, mientras que el restante solicitaba recuperar la libertad pero su pedido no fue atendido por "improcedente". "Estaban muy tranquilos y no hicieron quejas de malos tratos", señaló Albrizio. En el conflicto intervino un cuerpo de mediadores de las Tropas de Operaciones Especiales especializado en tomas de rehenes. Durante las negociaciones, los jóvenes requirieron el ingreso de las cámaras de televisión para dar a conocer su reclamo. El acceso de la prensa fue permitido bajo condición de que los periodistas no formularan preguntas. En un sector apartado al lugar del incidente, dos de los menores plantearon con tranquilidad sus reclamos ante las cámaras en un encuentro breve. Los jóvenes también exigieron la presencia de un juez, pero ningún magistrado se hizo presente en el lugar debido a que una acordada de la Corte Suprema de Justicia prohíbe a los jueces intervenir en situaciones de toma de rehenes. La negociación se extendió hasta las 16, cuando los menores depusieron su actitud y liberaron al rehén sin ningún tipo de heridas. Una vez finalizado el conflicto se dispuso que la entrevista requerida por uno de los menores con el juez Cartelle se concretará a las 10 del próximo lunes.
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