La Justicia condenó ayer a tres años de prisión de cumplimiento efectivo a dos presuntos "cabezas rapadas" acusados de golpear salvajemente a un joven al que creyeron judío, en el invierno de 1995. La condena, emitida por el Tribunal Oral Federal Nº5, es idéntica a la que dictó otro tribunal hace tres años, pero aquel juicio fue anulado por la Cámara de Casación Penal, que ahora deberá volver a revisar la nueva sentencia.
El veredicto contra los jóvenes Luciano Griguol y Orlando Romero Da Silva (un tercer acusado está prófugo), fue dictado por los camaristas Guillermo Gordo, Luis Di Rienzi y Guillermo Madueño, quienes los hallaron culpables de los delitos de lesiones graves y violación de la ley antidiscriminación.
Pese a que en un primer momento había trascendido que los condenados quedarían detenidos ayer mismo, fuentes judiciales aclararon que el efectivo cumplimiento de la pena se producirá si la Casación confirma el fallo.
En el invierno de 1995, Claudio Salgueiro se convirtió en víctima de una patota que lo agredió hasta dejarlo inconsciente en el barrio de Belgrano, tras gritarle reiteradamente "judío apestoso", "muerte a los judíos, a los bolivianos y a los paraguayos", entre otras frases ofensivas.
Múltiples lesiones
Salgueiro sufrió múltiples lesiones que obligaron a internarlo en un hospital porteño durante cinco días, hasta que se recuperó y participó de un operativo policial de reconocimiento que permitió detener a los ahora condenados.
"Creí que eran los últimos momentos de mi vida, sólo dejaron de golpearme cuando creyeron que estaba muerto", recordó Salgueiro en un estremecedor relato ante los jueces. En realidad, lo golpearon más de tres personas (los condenados Griguol y Romero Da Silva, y el prófugo Andrés Paskowski): "eran como 20 personas", recordó la víctima.
Hace tres años, el Tribunal Oral Nº3 los había condenado, por los mismos delitos, a una pena idéntica de tres años de prisión, de los cuales sólo cumplieron seis meses, hasta que la Sala Uno de la Cámara de Casación -con las firmas de los jueces Alfredo Bisordi, Liliana Catucci y Juan Carlos Rodríguez Basavilbaso- anuló la sentencia y posteriormente la Corte Suprema ordenó un nuevo proceso.
Por aquella decisión, los integrantes de la Cámara de Casación afrontaron un juicio político promovido por la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (Daia) y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (Apdh), que finalmente no prosperó en el Consejo de la Magistratura.
Ayer, tras una semana de juicio en el que desfilaron una decena de testigos, el nuevo tribunal adoptó la misma decisión, que debería ser revisada por los mismos camaristas de Casación, aunque fuentes cercanas a la víctima anticiparon que recusarán a Bisordi, Catucci y Rodríguez Basavilbaso. El fiscal de la causa, Carlos Huarte Petite, había pedido la condena de cuatro años de prisión, en tanto que el defensor oficial de los presuntos skinheads reclamó para ambos imputados la absolución.
Tanto Griguol cuanto Romero Da Silva -quien lució en la mayoría de las jornadas de debate una hebilla con un presunto símbolo neonazi en su cinturón- se dijeron "inocentes" al hacer uso del derecho a "últimas palabras" antes de que los magistrados pronunciaran el veredicto y la condena. (DyN)