El secretario interino de Hacienda, Finanzas e Ingresos Públicos de la Nación, Oscar Lamberto, dijo ayer que resulta indispensable salir de la política de "ajuste permanente" y valoró como inevitable una rediscusión del "tema de la deuda" para poder pensar en estrategias de crecimiento que permitan sacar al país del pozo. El senador justicialista por Santa Fe asumió ayer por un día la cartera nacional de Hacienda, luego de que su nombre fuera barajado para ocupar el interinato presidencial que finalmente recayó en el gobernador puntano Adolfo Rodríguez Saá. En diálogo telefónico con La Capital , Lamberto evitó definiciones sobre los planes que pondrá en marcha el gobierno que asumirá hoy pero dio algunas pistas. Dijo que resulta "urgente" tomar decisiones en el interregno hasta la elección de un nuevo gobierno porque "la situación económica es catastrófica, luego de que la UCR se encargara de empeorar la herencia". Lamberto destacó ayer que el nuevo gobierno tiene tres "grandes tareas" por delante: reconstruir el poder político, tener una política social y tomar medidas para el conjunto de la economía. Un punto clave pasa por rediscutir el pago de la deuda. "El radicalismo hizo todo el esfuerzo para evitar el default al precio de no crecer ni recaudar, y terminó con 27 muertos", enfatizó. -Bush pidió austeridad y que se asegure el pago a los acreedores. -Le voy a contestar con lo que dijo la semana pasada un asesor de (Alan) Greenspan. El dijo que cuando hay algunos que prestan en forma irresponsable, al final se termina con una quita o con la reprogramación de los pagos. -¿Hay que devaluar? -Yo no tengo preconceptos al respecto, pero hay que tomar decisiones en varios frentes y todas las definiciones no se pueden tomar al mismo tiempo. Y en este tipo de definiciones hay que pensar bien quién gana y quién pierde. Pero sí debe quedar claro que la política del ajuste permanente no va más, porque hay que tener una estrategia de crecimiento. -¿Cómo se siente siendo parte del equipo económico por un día? -Lo tomo sólo como un reconocimiento afectuoso de los compañeros de bancada que me propusieron.
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