Claves para la soja tardía

La soja es una herramienta para pelearle a la crisis de la inundación. Así lo señala el Inta Marcos Juárez en un informe en el que explica que a partir de la reducción de las precipitaciones de la segunda quincena del mes noviembre y principios del mes de diciembre y en esta difícil situación son sumamente importantes aquellas sugerencias de manejo que permitan aumentar la probabilidad de éxito de las siembras que se puedan implementar en esos suelos.
La expectativa de rendimiento de la siembra de soja en diciembre es menor que en las fechas más tempranas. Se pierden en promedio 30 kg/ha por día de atraso en la fecha de siembra a partir de principios del mes de octubre, por la reducción en la longitud del ciclo y en la disponibilidad de radiación solar y temperatura durante el llenado de granos. No obstante, el aporte de agua de la napa que caracteriza a ésta región, incrementa el crecimiento y rendimiento de los cultivos posibilitando la realización de siembras más tardías con buenas expectativas de rendimiento.
En el área afectada por las inundaciones se utilizan cultivares de soja de grupos de madurez III y IV, que con el aporte hídrico de la napa permiten obtener rendimientos de 30 ó más quintales aún en fechas de siembra de la segunda quincena de diciembre.Por tal motivo el cultivo de soja constituye una importante alternativa para paliar la grave situación de esta importante área de producción. Por ello, el Inta mencionó criterios generales para tener en cuenta en el manejo de cultivares en la situación mencionada. Esta son:
* Orden de siembra de los cultivares en función de su longitud de ciclo: atendiendo a que en la mayoría de las situaciones de la región mencionada se contará con el aporte hídrico de la napa, la principal limitante del cultivo pasará a ser la fecha de ocurrencia de la primer helada. Por tal motivo se recomienda sembrar primero los cultivares de ciclo más largo (GM IV)
* Espaciamiento entre surcos: la menor altura lograda por el cultivo en las fechas de siembra tardías, obliga a reducir la distancia entre hileras, para asegurar el cierre del entresurco. En general se recomiendan distancias entre hileras menores a 52 cm y mayores reducciones en las distancias mientras más tardías son las fechas de siembra y menor es la longitud del ciclo y crecimiento del cultivar..
* Densidades de siembra: es una práctica de manejo, que cuando se puede complementar con una adecuada distribución de la semilla, se utiliza fundamentalmente para lograr un adecuado diámetro de tallo y altura de inserción de la primer vaina. .
* Inoculación: en numerosos lotes de producción de esta región, la historia de soja es reducida a nula y en estos casos la inoculación determina aumentos de productividad importantes. Además por la adecuada disponibilidad hídrica con la que cuenta el cultivo en estas situación, el aporte de nitrógeno de la fijación simbiótica se ve potenciada, posibilitando la obtención de altos rendimientos.
* Fertilización: En los casos en los que el contenido de fósforo del suelo se encuentre por debajo de las 10 ppm, se recomienda la fertilización del cultivo.