Año CXXXV
 Nº 49.335
Rosario,
miércoles  19 de
diciembre de 2001
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Roban dinero y joyas al dueño de un hotel
Cuatro ladrones se alzaron con 800 pesos y alhajas tras un atraco frente a la ex estación Rosario Norte

Cuatro delincuentes irrumpieron ayer a la mañana en un hotel vecino a la ex estación Rosario Norte y asaltaron al propietario del establecimiento al que sorprendieron en su propio departamento cuando apenas se había levantado. Los delincuentes, que portaban armas de puño, actuaron con mucha rapidez y huyeron con 800 pesos y alhajas que pertenecían a la mujer del hotelero.
El atraco se produjo a las 9.15 en el Hotel Río, ubicado sobre la avenida Rivadavia entre Callao y Rodríguez, frente a la vieja estación ferroviaria y actual Secretaría de Cultura Municipal.
Poco después de las 9 cuatro jóvenes atravesaron la puerta del hotel y se dirigieron a paso firme hacia la conserjería. De allí pasaron directamente hasta el departamento de Conrado Esquivel, el propietario del establecimiento. Ayer ninguna de las empleadas del lugar se atrevió a contar lo sucedido. "Fuimos amenazadas de muerte", se excusó una mujer ante la requisitoria de este diario.
De acuerdo a fuentes policiales, los cuatro delincuentes actuaron a cara descubierta y sorprendieron a Esquivel cuando se levantaba de la cama. La vivienda del hombre se encuentra en la planta baja del hotel y a ese lugar se accede por una puerta lateral ubicada a pocos metros de la recepción.
Esquivel fue obligado a tirarse al piso boca abajo. Voceros de la investigación, que se realiza en la seccional 7ª, señalaron que el hombre no resultó lastimado, pero sí fue sometido a una fuerte presión para que entregara el dinero que tenía en su casa. Así fue como entregó unos ahorros personales que tenía guardados en su habitación. Esa suma asciende a los 800 pesos en efectivo, pero los delincuentes no quedaron conformes y se apoderaron unas joyas y alhajas que pertenecían a la mujer de Esquivel, indicaron las fuentes.
Tan rápido como llegaron, los maleantes abandonaron el lugar, pero aparentemente no se tomaron el trabajo de dejar inmovilizado al dueño del hotel. "Si lo dejaron atado pudo zafar rápido, porque llamó enseguida a la policía", comentó un investigador. Lo cierto es que el despliegue del grupo pasó desapercibido para los vecinos, que no observaron la fuga de los ladrones.


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