Ningún hincha de Racing se quiere perder la vuelta olímpica, que se puede llegar a concretar el próximo domingo, y por eso ya miles de simpatizantes con carpas, sombrillas y el mate en la mano hacen cola en el estadio de Avellaneda para presenciar lo que puede ser el gran día, ya que hace 35 años esperan por el título.
No importa pasar dos noches a la intemperie. No importa si llueve o hace mucho calor. No importante si punguistas y ladrones de poca monta andan dando vuelta y no hay policías para vigilar. No importa nada, solamente conseguir una entrada para ver a Racing campeón.
"Que de la mano, de paso a paso, todos la vuelta vamos a dar", gritan los simpatizantes para amenizar la espera y de paso homenajear a su nuevo gurú: Reinaldo Carlos Merlo.
Cualquier desprevenido que pase por la cancha de Racing podría preguntar si vuelven los Rolling Stones a la Argentina, porque la cola se parece más a la de un recital de rock que a la de un partido de fútbol.
Las entradas comienzan a venderse hoy, pero desde el lunes a la noche hay gente reservando su lugar en la cola. Lo curioso es que el primero de la fila aseguró que no tiene plata para comprar una.
Lo único que pone de mal humor a la gente son los precios de las entradas, ya que la platea más barata cuesta 50 pesos y la más cara 80. Sin embargo en la cola nadie piensa en un asiento y todos van a la popular.
Nadie piensa en la posibilidad de un tercer partido ante River y todos quieran dar la vuelta olímpica el domingo, pero los más felices parecen ser los vendedores, que ofrecen desde calzoncillos y bombachas celestes y blancas, revistas, fotos de sus ídolos, remeras, gorros, banderas, vino y champagne Racing, hasta preservativos de la Academia. (Télam)
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La Ciudad
