Santa Fe. - En un nuevo capítulo del sainete acontecido en el Concejo, donde un representante de la minoría radical se quedó con la presidencia gracias a las internas peronistas, el intendente Marcelo Alvarez acusó ayer a sus propios concejales justicialistas de haber entregado el poder concedido por las urnas. Alvarez dijo que el resultado de la sesión preparatoria fue "inconcebible" y remarcó que "jamás" se le pasó por la cabeza renunciar. "Sólo fueron dos días de reflexión en torno a lo que sucedió en el Concejo", afirmó.
Alvarez admitió que se tomó el fin de semana para analizar lo acontecido en el deliberativo en una sesión a la que calificó de "lamentable". Ese día, con la ausencia de cuatro ediles peronistas fue elegido el radical Darío Boscarol para la presidencia. Para Alvarez, "la actitud de algunos concejales (en alusión a Alfredo Hediger e Ileana Bizzotto) ha sido inentendible y peor aún es que son responsables de haber entregado un poder importante en la ciudad de Santa Fe, cosa que jamás pasó en el PJ".
El intendente salió al cruce de las versiones que circularon el viernes en el marco de esta interna justicialista que concluyó no sólo con la entrega de la presidencia, sino también con la división del bloque y la pérdida de la mayoría. Al comentar lo sucedido en la sesión de la tarde del viernes, Alvarez recordó: "En esos momentos se estaban saqueando supermercados en varias ciudades del país y me pareció que la actitud de algunos concejales no estaba en sintonía con lo que estaba sucediendo en el país".
Frase poco feliz
El intendente ubicó en esta tesitura a dos ediles sobre los cuales el PJ pidió su renuncia y señaló que, en relación con el proceso que se estaba dando en el Concejo, "tal vez haya trascendido alguna frase mía poco feliz con algún colaborador cercano que, en un momento menos feliz, tomó estado público. En función de eso comenzaron a rodar las versiones, pero jamás se me pasó por la cabeza renunciar".
En relación con el nuevo mapa político que se perfila en el deliberante, el intendente afirmó su decisión de ponerse al frente de todas las decisiones que haya que tomar para consensuar medidas de gobierno. "Tengo confianza en que con las nuevas autoridades del Concejo se pueda encontrar un mayor consenso y sea más fácil gobernar", disparó, en obvia referencia a las no pocas trabas que tuvo este año el Ejecutivo para lograr la aprobación de importantes proyectos.
En lo que tiene que ver con las denuncias lanzadas por la edila Bizzotto sobre presuntas compras de votos, Alvarez dijo que "lo que tendría que hacer ahora es dar nombres y apellidos, lugar y hora en la que sucedieron estos hechos para que la Justicia avance en la investigación".
Precisamente, el juez de Instrucción de la Primera Nominación, José Manuel García Porta, analizará las declaraciones de Bizzotto, quien afirmó que "hubo ofertas de dinero para comprar votos a la hora de elegir al presidente del Concejo".
El cuerpo prorrogó sus sesiones hasta enero, pero en este lapso deberán reubicarse los distintos sectores y definir posiciones, sobre todo en el caso de los acusados Hediger y Bizzotto. Si bien se habló de la formación de un nuevo bloque en el que se encontrarían todos los peronistas disidentes a nadie se le ocurre pensar a los dos concejales sentados junto a Juan Carlos Bettanín o José Luis Yódice, enemigos acérrimos de Reutemann.
Mientras tanto el oficialismo que ahora estará conformado por nueve ediles y ya no tendrá mayoría absoluta deberá coincidir en un presidente de bloque cosa que por el momento no se ha decidido.
La Ciudad
