El gobierno podría pedirle al Fondo Monetario Internacional (FMI) la postergación del pago de sus compromisos más próximos, según lo señaló Daniel Marx, ex viceministro de Economía y actual asesor del gobierno en la reestructuración de su deuda pública, en una entrevista concedida a un diario brasileño.
"Estamos analizando la posibilidad de pedir una extensión (del plazo de pago). Veremos. Aún no fue decidida, pero creemos que sería la mejor alternativa", dijo Marx al periódico brasileño O Globo, al ser consultado sobre cómo hará efectivo el país el pago de una deuda que posee con el FMI y que vence esta semana.
El ex funcionario agregó que era "probable" que el país solicitara al organismo financiero la postergación de otro pago que vence en enero.
Marx, quien renunció el viernes a la Secretaría de Finanzas, dijo que la extensión del plazo de pago era un mecanismo normal y que se aplicaba a países que atravesaban pesadas crisis económicas, como Argentina.
El viernes, ayudó en parte a despejar estas dudas el pago de una abultada deuda, sin la ayuda de un desembolso de 1.260 millones de dólares que se esperaba del FMI.
Sin embargo, los inversores continúan preocupados ante la posibilidad de que Argentina no cumpla con sus compromisos futuros o devalúe su moneda y rompa el tipo de cambio fijo que ata al peso con el dólar en una paridad de 1 a 1 desde hace 10 años.
La pelea contra el default
Al ser consultado sobre las posibilidades reales de evitar una cesación de pagos, Marx respondió: "No será fácil. No puedo descartar la posibilidad de un incumplimiento en los compromisos asumidos. Depende de las alternativas financieras".
El asesor del gobierno argentino dijo que las alternativas incluían la emisión de Letras del Tesoro (Letes) o la ayuda de organismo internacionales.
"Hay opciones que tienen que ser analizadas", destacó Marx.
El país se encuentra inmerso en una reestructuración de sus compromisos financieros con el fin de alejar el fantasma de una eventual cesación de pagos de su deuda pública, que asciende a 132.000 millones de dólares.
La operación se encuentra en la segunda etapa. El primer tramo entre tenedores domésticos finalizó con éxito.
Pero, para el tramo internacional, la operación se complica, especialmente porque los inversores externos se niegan a deshacerse de jugosos títulos públicos de la noche a la mañana a cambio de otros papeles con menos atractivo y para los que ni siquiera tienen una garantía de repago sólida.
"Las gestiones se hicieron en los últimos días con bancos asesores y hemos tenido muchísimas conferencias telefónicas presentando la situación (...) Es mejor anticiparse a los vencimientos y tratar de reprogramarlos. Lo más rápido posible y lo menos traumático posible", destacó Marx en declaraciones radiales.
El ex funcionario dijo que el canje externo podría comenzar, si se cumplen los trámites correspondientes, el 20 de enero y se extendería por cuatro semanas.
"Esperamos que hacia el 20 de enero hagamos la propuesta formal (...) (Son) cuatro semanas después del 20 de enero", afirmó Marx.