Los transportistas de carga de Santa Fe, Entre Ríos, Chaco, Buenos Aires, Córdoba y La Pampa iniciaron ayer un paro por tiempo indeterminado en reclamo de rebajas en el precio del gasoil y la aplicación de una tarifa piso, mínima y obligatoria para cereales y forrajeras. Además rechazan las últimas medidas económicas adoptadas por el gobierno que restringen la circulación de efectivo.
Aunque al paro no lo integran todas las entidades del sector, alrededor de siete mil camiones adhirieron a la medida y más de medio millar lo hicieron de forma activa, y que de no obtener una respuesta para el miércoles marcharán el jueves hacia Capital Federal para hacer oír sus reclamos.
El titular de la Federación Argentina del Transporte Automotor de Cargas (Fatac), Vicente Bouvier, señaló ayer que la decisión fue adoptada por las federaciones que agrupan a los transportistas de esas seis provincias.
La jornada de protesta arrancó con un fuerte acatamiento y comenzó a primera hora de mañana de ayer con una fila de dos kilómetros de camiones sobre la ruta 168, que une la ciudad de Santa Fe con Paraná. Además de los transportistas locales se sumó a la medida un importante número de camioneros brasileños, paraguayos y chilenos, en señal de apoyo.
Los camioneros decidieron además organizar piquetes en las principales rutas de la región, aunque respetando el derecho a la libre circulación de los automovilistas. A lo largo de la primera jornada de protesta no se registraron incidentes, sólo algunos entredichos entre manifestantes y la policía.
El drama de la falta de efectivo
"Realmente es imposible salir a trabajar con las nuevas limitaciones sobre el efectivo, ya que la mayoría de los camioneros no aceptan tarjetas de débito, y el privilegiado grupo que administran los peajes no admiten otra cosa que el peso", remarcó Bouvier al explicar las razones del paro.
Además, el dirigente transportista calificó de "insostenible" la situación de los fleteros del sector lácteo, quienes perciben sus pagos con cheques de hasta siete meses de plazo. "A muchos les cortaron las cuentas corrientes de combustibles y les cerraron las cuentas bancarias", indicó Bouvier, quien reclamó que el gasoil tenga un valor de 45 centavos y "no como pretenden de elevarlo a un peso".
Además, el representante santafesino insistió con que "el gobierno provincial no otorgó ninguno de los beneficios que fueron acordados con la Nación en el plan de competitividad para el sector, como la desgravación de ingresos brutos".
Respecto a la paralización del transporte de la cosecha fina en el sur provincial hacia los puertos y fábricas, Bouvier remarcó que "principalmente se verán demoradas las entregas de mercadería de aquellos que ya tienen firmados contratos y deben cumplir con los plazos de entrega debido al amplio acatamiento de los transportistas a la medida de fuerza", que estimó en "un 90 por ciento".
Los transportistas de carga llevan varios años tratando de volver en cierta forma a una regularización del sector luego de su liberalización en 1992, que precarizó la situación de un sector altamente atomizado.
En los últimos años, las medidas de fuerza se dieron generalmente en mayo, mes en que se comienza a recoger la cosecha gruesa. Sin embargo, la creciente dificultad de los transportistas de carga para sobrevivir adelantó los plazos.