Sin la exposición de recursos de otros partidos, complicado más por sus propias inseguridades que por un rival muy sumiso, River Plate terminó ganando por peso propio y por dos goles de diferencia (3-1) a Argentinos Juniors, y a una fecha del final sigue postulándose al título.
Los goles del equipo de Ramón Díaz, que ganó bien y jugó mal, fueron señalados por Ariel Ortega, Mario Yepes y Fernando Cavenaghi, mientras que el empate parcial para Argentinos fue del Beto Yaqué.
Salvo en un primer tramo en el que River dejó muchos espacios en el fondo y le permitió a Argentinos manejar la pelota, en el resto de la etapa la visita impuso el ritmo del juego.
Igualmente, Argentinos pudo haberse puesto en ventaja a los 40 segundos, cuando Yaqué apareció absolutamente solo, pero le apuntó y le acertó al pecho de Comizzo.
En cuanto Ledesma empezó a hacer pie en la zona de volantes y D'Alessandro se hizo de la pelota, el partido se fue acercando al área de Sanzotti, que empezó a tener trabajo. Pero a River le faltó que Ortega se asociara al circuito que iniciaba D'Alessandro. Mientras que Cardetti fue más un interruptor del juego de ataque de su propio equipo que otra cosa.
El gol llegó de contra. Argentinos jugó mal una pelota parada, Garcé rechazó para Coudet, que alargó a Ortega y el jujeño, en una de sus pocas participaciones positivas, enganchó hacia adentro y antes de pisar el área sacó un derechazo imponente para clavarla en el ángulo superior izquierdo de Sanzotti.
Pese al predominio millonario, los bichos colorados igualaron en una jugada ajena a lo que era el partido. Liendo le ganó una pelota a Cardetti en la salida, sacó un centro largo, se durmió Ayala y Yaqué puso el pie y derrotó a Comizzo.
El segundo tiempo fue de sostenido dominio territorial de River, apoyado en la generosidad de hombres como Garcé y Coudet, en la ubicuidad de Ledesma y sobre todo en el fútbol de D'Alessandro, la figura.
Sin embargo, el fracaso de hombres clave como Cambiasso y Ortega lo privó de la posibilidad de llegar con peligro.
A los 25, un tiro libre de D'Alessandro que cabeceó Yepes, ante una salida en falso de Sanzotti, definió el partido porque estaba claro que Argentinos no tenía argumentos para cambiar el destino del mismo.
Ya en el descuento, Cavenaghi puso cifras definitivas y le dio a River los tres puntos que necesitaba para seguir en carrera y ponerle más ansiedad a la ilusión de Racing. (DyN)
| |
La Ciudad
