Año CXXXV
 Nº 49.332
Rosario,
domingo  16 de
diciembre de 2001
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Entrevista. El virtual vicepresidente de la Nación dice que Duhalde fue un visionario en la campaña
Puerta: "De la Rúa debe arriar banderas"
El titular del Senado le pide al presidente un cambio de 180 grados para resolver la crisis

Omar Bravo

Concede la entrevista a La Capital, y hace esperar media hora a Joaquín Morales Solá, analista político del diario La Nación. Decide no atender un llamado de Eduardo Menem que pretenden pasarle. Ramón Puerta luce seguro, resuelto. Posa para el fotógrafo e imparte órdenes con frases cortas, firmes, no autoritarias. El presidente provisional del Senado impone el mismo estilo a sus dichos. El gobierno debe asumir "un cambio de 180 grados respecto de estos dos años pasados", dice de movida. "A la crisis hay que resolverla ya", sentencia. Para ello, vaticina, Fernando de la Rúa deberá pasar "el trago amargo de arriar algunas banderas".
-La Alianza, una coalición, no pudo resolver la crisis. Desde el 14 de octubre hay casi una cohabitación de hecho y el país está peor...
-Yo diría que estamos conviviendo con el poder. El radicalismo en el Ejecutivo, nosotros en los gobiernos y en el parlamento. Esa convivencia tiene que agudizar el ingenio al máximo para resolver esta crisis que es muy profunda. Le quedan dos años de mandato al presidente De la Rúa y a esta crisis la tenemos que resolver ya. El Poder Ejecutivo tendrá que armar, supongo que lo tendrá a punto, un plan mínimo para resolver el deterioro económico. Un plan mínimo, con un cambio de 180 grados respecto de estos dos años pasados. Sobre todo, en la toma de decisiones. Nosotros debemos asegurar que tenga el mayor consenso posible. El camino inverso, primero la concertación y sin agenda, no... No nos dan los tiempos.
-¿Pero lo ve al presidente dispuesto a cambiar 180 grados su política. Significa arriar casi todas sus banderas.
-El presidente nos ha dicho que él está dispuesto a dar todo lo que tiene que dar para que en el 2003, quien lo tenga que suceder encuentre una Argentina mejor. Así que en su tarea de gobernar puede tener el trago amargo de tener que arriar ciertas banderas en aras de la República, creo que esto no lo puede dudar nadie. Soy optimista.
-¿Quién impondrá la agenda parlamentaria, el gobierno o el PJ?
-Desde el peronismo se piensa en las ordinarias y el Ejecutivo habló de extraordinarias, con una agenda que podíamos ampliar, corregir nosotros. Lo que no va a quedar es el Parlamento cerrado. Sería una insensatez. En la visita que le hicimos con (Juan Carlos) Maqueda, el presidente nos dijo que no había problemas en incorporar aquellos puntos que el peronismo pidiese.
-El gobierno le pide al PJ lo que la sociedad rechazó el 14 de octubre: recortes y ajustes.
-El gobierno nacional puede hacer el pedido que necesite desde su óptica. Nosotros lo que no podemos es renunciar a aquello que se votó el 14 de octubre. Se votó una mayoría parlamentaria que la estamos ejerciendo en las dos Cámaras. Pero también se votó el seguro de desempleo. Eso no se puede negociar porque es un mandato de las urnas, un mandato popular. ¿Qué senador no propuso esto en su campaña? La otra es sacar los sueldos afuera del corralito. Nosotros tenemos el compromiso con el trabajador. No puede ser que no pueda retirar del banco el fruto de su esfuerzo.
-En el orden interno del Partido Justicialista, ¿cuál es el significado de la aparición del Frente Federal que usted coordina?
-Es la realidad federal del peronismo. El peronismo es un movimiento que interpreta a la gente, es el movimiento más genuino de la Argentina, por eso solamente lo entendemos los argentinos. El Frente Federal es la aparición organizada del país periférico, tiene diez provincias peronistas. Hay otras cuatro que son parte del país central; y no lo digo en forma peyorativa sino geográfica (Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y La Pampa). Convivimos ambos grupos porque hay una doctrina que nos junta, somos peronistas. Acá lo que estaba faltando era el Frente Federal, lo otro ya existía. Incluso los medios, han priorizado a las figuras que gobiernan el país central.
-¿Cómo se resolverá la interna del PJ?
-Con una interna fuerte, profunda, muy dinámica, y que se va a dar en el 2002. Es necesaria, insoslayable. Llevamos ya trece años y cuando estemos votando serán catorce años desde el 8 de julio de 1988. No hay en el mundo democrático moderno un período que exceda este margen, salvo el de (Helmut) Kohl en Alemania, con diecisiete años. Margaret Thatcher no pudo sortear el año catorce, Felipe González el año trece. Los liderazgos cuando son exitosos, llegan a diez años. Nosotros llevamos una pax de catorce años. Tenemos que votar y resolver como en el 88.
-El Frente Federal presentará sus propios candidatos?
-Lo estamos evaluando. Esta profunda crisis demoró un poco la decisión que tendremos que tomar apenas consigamos encaminar al país.
-¿Considera al encuentro De la Rúa-Menem una reunión del pasado, como la definió Néstor Kirchner?
-No. Yo creo que Menem, el anterior presidente, lo menos que puede hacer es conversar con el doctor De la Rúa. También sería muy importante que (Eduardo) Duhalde se reúna con el presidente, porque Duhalde fue un visionario. Habló de todos estos temas de la deuda en la campaña y la gente se enojó. Hubiéramos ganado dos años.
-¿Veremos algún día una reunión entre todos los gobernadores, los bloques parlamentarios más Menem y Duhalde?
-Ya vimos a los catorce gobernadores, más los líderes parlamentarios y los jefes de bloque. La próxima será la que usted dice, no tenga dudas. Es impostergable. No puede estar ausente ningún protagonista del peronismo.



"Hubiéramos ganado dos años si triunfaba el PJ".
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