| | El cazador oculto: Los caprichos de la programación
| Ricardo Luque
Ver televisión en el interior del país es una tarea titánica. La obsesión de los directivos de los canales de las provincias de reproducir azarosamente la programación de sus cabeceras porteñas obliga al público a realizar un esfuerzo extra para poder seguir sus programas preferidos. Porque, a diferencia de lo que es razonable esperar, no se respetan el horario ni las fechas en que se emiten en sus emisoras de origen los ciclos. Un ejemplo dramático para la comunidad televisiva rosarina es el de "Yago, pasión morena", que comenzó saliendo al aire a la tarde y después, empujado por la necesidad de apuntalar la competencia con "De 12 a 14", bajó al mediodía, desplazando al crédito local "Tvi". Con el cambio, Canal 5 esperaba mejorar sus mediciones de audiencia y, de hecho, lo hizo, aunque no como para justificar semejante movida. Pero los caprichos de la televisión provinciana no terminan ahí. Canal 3 hace equilibrio para combinar, en su justa medida, las programaciones de Canal 13 y Azul sin que su grilla pierda color local. Pero a menudo, mal que les pese a sus ejecutivos, pierde pie. Le pasó cuando programó el envío de apertura de "Telenoche investiga" el sábado por la tarde y televisó durante tres días las repercusiones de una historia (¿recuerdan a Papito?) que aún no había puesto en el aire. Su reflejo, tardío, de no quedar afuera del boom de los reality shows, una moda que impuso la emisora rival con "Gran Hermano", lo llevó a emitir "Reality, reality" y "Confianza ciega", pero en diferido, perdiéndose de explotar una de los costados más atractivos del formato: el suspenso que despierta la incógnita sobre quién sea el ganador. De por sí curiosa, la situación se torna incompresible cuando se resuelve dejar afuera de la pantalla rosarina al tanque de fin de temporada de Canal 13: "Caiga quien caiga". El regreso del envío, que se grabó en el teatro Gran Rex de Buenos Aires, es uno de los acontecimientos televisivos más esperados de la temporada. Y los rosarinos, que durante todo el año soportaron estoicamente bodrios como "Venite con Georgina" y "Rumores", no lo van a ver. Salvo, claro está, que tengan televisión satelital.
| |
|
|
|
|
|
Diario La Capital todos los derechos reservados
|
|
|