Dos hombres y una mujer que se hicieron pasar como clientes se alzaron con joyas por un valor aproximado de 4 mil pesos en el asalto a una joyería de Pellegrini al 1100 durante la mañana de ayer. Los asaltantes actuaron con sigilo: no fueron vistos por ninguno de los vecinos o comerciantes de la zona y hasta anoche se desconocía en qué vehículo se movilizaban. El robo se produjo alrededor de las 10.30 de la mañana en plena zona comercial de la avenida Pellegrini. La joyería "El rey del oro", de Pellegrini 1107 y propiedad de José Luis Bedoya, fue prácticamente vaciada por tres asaltantes que irrumpieron en el local simulando ser clientes, según informaron fuentes policiales. Un florista apostado a metros del local asaltado reveló que al lugar primero entró un hombre que se hizo pasar como cliente y tras él ingresó una pareja portando armas de fuego. "Parece que trabajaron tranquilos", aseguró el vendedor, quien no advirtió el robo porque entonces se retiró de su puesto de flores de Pellegrini y Sarmiento. En ese momento se encontraba al frente del negocio el hijo del dueño, Maximiliano Bedoya, de 21 años, a quien los asaltantes colocaron "un trapo en la cabeza", según informó la policía, para luego alzarse con toda la mercadería en exhibición. Los asaltantes se llevaron joyas por un valor estimado en 4 mil pesos, según la denuncia radicada por el propietario del local en la comisaría 5ª. De todos modos, anoche el comerciante y los investigadores policiales trataban de precisar el valor exacto de la mercadería sustraída. Por la tarde el comercio abrió sus puertas, pero exhibía sus vidrieras y paños vacíos. "No queremos hablar de lo que pasó. Fue una situación muy fea y tenemos miedo de que los ladrones se tomen algún tipo de represalias", se limitó a decir una empleada ante la consulta de este diario. En tanto, fuentes policiales consignaron que el robo pasó desapercibido para los vecinos y comerciantes de la zona. "Nadie vio ingresar a los ladrones, por lo que desconocemos en qué vehículo se movilizaban", apuntó un vocero de la Jefatura de policía. Para el titular de la Asociación de Joyerías, Relojerías y Afines de Rosario, Raúl Nardi los negocios del ramo se convirtieron en un atractivo blanco para los asaltantes a partir de las nuevas medidas económicas lanzadas por el gobierno nacional: "Las joyerías son comercios muy expuestos porque el oro es plata en mano. Con la bancarización del sistema, al ladrón ya no le conviene robar sólo efectivo y tarjetas de crédito. Busca hacerse de algo que venda rápido y le resulta muy sencillo vender oro", opinó Nardi. "A diferencia de lo que puede pasar en almacenes o negocios de ropa, los ladrones no entran a una joyería sólo a buscar efectivo: también buscan la mercadería", señaló Nardi.
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