Más de un centenar de pacientes hemofílicos protestaron ayer en la Capital Federal en reclamo de que el gobierno pague las deudas que tiene el Pami y el Ministerio de Desarrollo Social, así como también la obra social bonaerense Ioma, que alcanza a los seis millones de pesos y que de no concretarse, pondría en peligro la atención y la inminente falta de medicamentos para casi 1700 pacientes de todo el país.
La protesta se exteriorizó ayer frente a la sede de la Fundación Hemofílica Argentina, ubicada en Soler al 3400 del porteño barrio de Palermo, la única institución sin fines de lucro que atiende desde 1994 a más de 1.700 pacientes de todo el país.
El director de la Fundación de la Hemofilia, Raúl Pérez Bianco, señaló que le reclamó al Ministerio de Economia y a la Afip que permitan a la fundación retirar de la Aduana sin pagar impuestos, como lo venía haciendo antes de las últimas medidas económicas que eliminaron las exenciones al 21 por ciento del IVA a las importaciones, un millón y medio de unidades de medicamentos que posibilitarían un mes más de tratamiento a los pacientes, ya que con las nuevas normativas para retirarlos se necesitan ahora 90 mil dólares.
Dos semanas más
Los pacientes, entre los que hay numerosos niños, sostuvieron que "la deuda de casi 6 millones de pesos que mantienen el Pami, el Ioma y el Ministerio de Desarrollo Social pone en riesgo la atención a pacientes que de no obtener en dos semanas ese dinero, se quedarían sin atención ni medicamentos, con serios riesgos de muerte".
La situación crítica fue también advertida por el director médico de la fundación, Raúl Pérez Bianco, quien dijo que desde hace un año "el Pami les debe 2.200.000 pesos, el Ioma 1.800.000 pesos, y el Ministerio de Desarrollo Social adeuda otros 280.000 pesos", la que "está a punto de desaparecer porque no puede sostener la estructura edilicia, ni pagar a empleados, ni comprar medicamentos" especiales para tratar esa enfermedad.
A la Fundación Hemofílica, según indicó el médico Pérez Bianco, "es la única de este tipo en el país, asisten 1.700 pacientes, el 35 por ciento de los cuales no tiene obra social".
En el país no se producen medicamentos concentrados antihemofílicos y los laboratorios que han estado facilitando la medicación durante muchos meses, no pueden seguir solventando antihemofílicos porque hace casi un año que no se pagan.
"Tal vez esperan que mueran dos o tres chicos para sensibilizarse", lamentó Pérez Bianco mientras participaba de la marcha de pacientes hemofílicos en la puerta de la fundación, porque "estos chicos en dos semanas no van a tener asistencia, van a tener que recurrir a hospitales públicos donde no hay médicos especializados ni medicamentos y se pueden morir". (DyN)