Diferencias sobre la conveniencia de la dolarización y sobre la política de restricción monetaria vigente habrían desencadenado la renuncia del viceministro de Economía, Daniel Marx, hombre clave en la renegociación de la deuda externa, en tanto el panorama económico se mantenía ayer en una tensa expectativa ante una nueva ola de versiones sobre inminentes medidas. Marx eludió ayer confirmar o desmentir que su supuesta reticencia a congelar los depósitos hubiera desencadenado diferencias terminales con el ministro de Economía, Domingo Cavallo, pero en cambio se pronunció abiertamente en contra la devaluación, y más indirectamente contra la dolarización, medida que estaría a estudio del gobierno merced a una propuesta del ex presidente Carlos Menem. Marx alegó razones "personales y familiares" para explicar los motivos de su renuncia en medio de la negociación del canje de la deuda externa, pero aseguró que seguirá manejando esa operación a pedido del gobierno. De todos modos aclaró: "El hecho de que siga colaborando con el gobierno no significa que no me haya ido" y afirmó que estudiará seguir ayudando "desde afuera" en temas relacionados exclusivamente con el canje de deuda. Acerca de su eventual reincorporación al equipo de colaboradores del ministro de Economía Domingo Cavallo, Marx dijo que "por ahora me fui, hay que ver cómo y qué desean que haga, y yo veré si acepto, ya que estoy dispuesto a escuchar las ofertas". "Vamos a ver como sigue; hay que esperar", señaló el ahora ex funcionario, no sin antes aclarar que "lo único que pedí es mantener un elevado grado de libertad". Una vez más, intensos rumores que iban desde la confiscación definitiva de los depósitos a plazo fijo a la dolarización, pasando por la devaluación, fueron desmentidos por voceros del gobierno. Marx sostuvo ayer que "no es conveniente una devaluación" del peso con respecto al dólar, al tiempo que desde el gobierno admitieron que estudiarán el proyecto de dolarización presentado por el ex presidente Carlos Menem. "Me parece conveniente el sistema de convertibilidad, que es el sistema donde el peso representa al dólar", afirmó Marx, quien remarcó que la convertibilidad está mantenida por ley y que si quisieran dejarla sin efecto la decisión debería tomarla el Congreso. Mucho más distendido y locuaz que de costumbre, Marx admitió que "el Presupuesto 2002 tal como está es muy difícil que pase el Congreso, aunque se trabaja para armar los consensos necesarios para lograr su aplicación". Marx fue negociador de la deuda pública durante los gobiernos de Raúl Alfonsín y Carlos Menem, y también fue quien durante toda la administración aliancista, y atravesando tres gestiones económicas diversas -José Luis Machinea, Ricardo López Murphy y Cavallo-, mantuvo el contacto más fluido con los organismos multilaterales de crédito. Por su parte, el secretario general de la Presidencia, Nicolás Gallo, afirmó que el gobierno "va a estudiar" el proyecto de dolarización presentado por Menem, y sostuvo que es "una especulación falsa" la que señala la posibilidad de una previa devaluación antes de dolarizar la economía. Gallo destacó la "coincidencia total y absoluta en contra la devaluación" entre el presidente Fernando de la Rúa y Menem en el encuentro que mantuvieron ayer en el marco de la concertación, ya que sostuvo que "sería la medida que más va a destruir los ahorros de la gente y la capacidad de inversión".
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