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¿Quién dijo que está todo perdido?

Soy afiliada de la Asociación Mutual de la Educación Nacional (Amen). Estoy enferma y por lo tanto concurro muy seguido a comprar bonos de consulta médica, chequeras para recetarios, voy a autorizar órdenes para análisis varios, a la farmacia y hasta me he visto obligada a pedir un crédito. Siempre he sido bien tratada, bien atendida. Con cordialidad y respeto. Se podrá pensar que eso es lo que corresponde, pero no es lo habitual, me parece. En especial quiero expresar mi gratitud a Diego, el cajero de Amen que ha mostrado una actitud flexible y generosa digna de destacar en la Argentina actual. A veces se nos trata bien.
Marta Fehrmann