Carlos Menem dijo anoche que "el que provoca incendios los tiene que apagar", en referencia a los dichos de De la Rúa en Mendoza y como para que no queden dudas acerca de quién, a su entender, es el responsable de la crisis actual. El ex presidente habló durante la presentación de su libro "El camino de la victoria", y aprovechó para aclarar que en ningún momento dejó de pensar en las bondades de la dolarización. Tras puntualizar que "el peronismo siempre supo y pudo cambiar la historia", el titular del justicialismo señaló que "parece mentira" que en dos años de gestión del actual presidente "se hayan destruido tantas cosas" y remarcó que "se las han ingeniado para romperlo todo ¡Ni que lo hubieran planificado les habría salido tan bien!". Además apuntó que ahora "hay que buscar con lupa alguno que quiera considerarse oficialista", a partir de la destrucción de la Alianza. "Se juntaron de apuro para un contubernio electoral y no había que ser adivino para saber que no les daba la talla" para conducir el país. Mientras sus seguidores lo alentaban con el grito de "se siente, se siente, Menem presidente", el riojano aseguró que no tiene "odios ni rencores" pero subrayó que los dirigentes oficialistas "se dedicaron a denigrar, calumniar y mancillar" mientras "malgastaron las reservas monetarias, aumentaron la pobreza y la desocupación, hundieron la economía en el pozo más profundo y ahora afectaron seriamente la seguridad jurídica", por lo que consideró que el gobierno "naufragó en el mar de la ingobernabilidad". El ex presidente destacó el desempeño del justicialismo como oposición y adelantó que esa fuerza no va a "asistir pasivamente al derrumbe del país" ya que "se volcarán los esfuerzos para devolver la gobernabilidad". Después de mostrarse convencido de que el peronismo volverá a ser gobierno y que en consecuencia deberá llevar adelante "la tarea de reconstrucción" del país, aclaró que era "mentira" que se hubiera "bajado de la dolarización" y repitió que "desde enero de 1999" viene puntualizando sobre "la necesidad de una moneda única continental". "Lo peor que nos puede suceder a los argentinos -agregó- es la devaluación que es una catástrofe nacional y la prioridad es la defensa a ultranza de la estabilidad monetaria, que significa preservar los salarios de los trabajadores, los haberes de los jubilados, mantener los precios de los alimentos de primera necesidad, y la protección de los ahorros y activos". El ex jefe de Estado insistió en que se debe "encarar de inmediato la reconstrucción del poder político, porque la economía debe seguir a la política y no al revés".
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