La Justicia inhibió a Boca Juniors para comprar y vender jugadores y le trabó un embargo en sus cuentas bancarias por más de tres millones de pesos, para garantizar el pago de esa cifra al futbolista Claudio Paul Caniggia.
Así lo informaron ayer fuentes judiciales, que precisaron que el titular del juzgado laboral número 35, Jorge Blake, libró un oficio al Banco Central para que compruebe en todo el sistema bancario las cuentas que posee el club y las embargue por unos 3.250.000 de pesos.
Además, remitió un oficio a la Asociación del Fútbol Argentino ordenándole que retenga todos los ingresos asignados al club por todo concepto, incluidos los correspondientes a los derechos de televisión y juegos de azar.
Caniggia le ganó un juicio a Boca por la relación laboral que mantuvieron hasta marzo de 1999, por lo que el club deberá pagarle 2.450.469 pesos más 800 mil por intereses en concepto de "lucro cesante, daño moral, haberes adeudados e indemnización por antigüedad".
Los abogados de Caniggia, Fernando Cosentino y Carlos Turri, confirmaron que el magistrado Blake concedió cuatro medidas que habían pedido la semana pasada.
Retención de recaudaciones
Además de la inhibitoria y el embargo, el juez designó a un "instructor recaudador" que deberá acudir a cada partido que juegue Boca (de cualquier índole, ya sea oficial, amistoso o internacional) y retener hasta un 20 por ciento de lo que le corresponda por recaudación, hasta cubrir la suma fijada por el juez que entiende en la causa.
Los abogados Fernando Cosentino y Carlos Turri explicaron que en cuanto quede garantizado el cobro de la cifra destinada al pago para el futbolista Claudio Caniggia, las otras medidas quedarán automáticamente sin efecto.
De tal suerte, Boca podría levantar la inhibitoria para comprar jugadores depositando los 3.250.000 de pesos en una cuenta a la orden del juzgado en cuestión, destinada a cubrir los fondos a que fue condenado en concepto de resarcimiento.
El miércoles pasado, el juez resolvió una presentación de más de un año de antigüedad, en la que el ex jugador de Boca reclamaba ocho millones de pesos.
La demanda había sido entablada a raíz de la particular relación laboral que los unía, según la cual el futbolista debía percibir 35.000 pesos por cada partido jugado.
El juez laboral Blake adhirió al planteo formulado por el rubio atacante, quien adujo que él estaba en condiciones de jugar y que no era su responsabilidad su inclusión o no en las alineaciones titulares del equipo de primera división.
"Mientras ponga la fuerza laboral a disposición del empleador, el trabajador debe cobrar", dijeron fuentes judiciales que explicaron los alcances del fallo. DYN
La Ciudad
