Economistas de diferentes sectores volvieron a enfrascarse ayer en las opciones de cambio de régimen monetario, es decir, entre la dolarización y la devaluación.
El economista Orlando Ferreres afirmó que "no hay muchas opciones" para adoptar en materia monetaria en la Argentina para encarar la crisis y consideró que antes de enero se debería dolarizar o devaluar.
Estimó que los depósitos de plazos fijo en dólares "quedan protegidos" con una dolarización de la economía, aunque señaló que con una devaluación del peso "no se sabe que pasaría". Además, consideró el alcance traumático que tendría esta decisión.
La Fundación Capital expresó que "de las traumáticas D, el default es la más probable" y consideró que "la restricción de financiamiento actual nos plantea un dilema que no nos garantiza el éxito: si el sector público no ajusta entramos en cesación de pagos".
"Si ajusta corremos el riesgo que la repercusión sobre el nivel de actividad sea de tal magnitud que también entremos en default", sostuvo el informe semanal de la entidad.
El economista Eduardo Curia consideró que los depositantes de fondos en dólares en el sistema financiero local "deben olvidarse" de sus tenencias porque "la economía argentina no tiene dólares efectivos suficientes" como para devolverlos a sus titulares.
"Olvídense de los depósitos en dólares, los tienen en teoría", explicó Curia.
"Lo único cierto es que vamos de mal en peor, y si no se toman decisiones políticas o técnicas para cambiar el modelo, la marcha de una degradación creciente es imparable", dijo.
Para Curia, el régimen de convertibilidad "ya no responde a su marco original" y definió a las tenencias en dólares depositados en el sistema financiero "como cartón pintado, dado que son un asiento contable".
Un canje más duro
Con vistas a salir de la crisis, el economista y diputado nacional por el PJ bonaerense, Jorge Remes Lenicov, afirmó que la credibilidad que se debe tener en la economía es un "tema central" y explicó que, junto a esto, se debe determinar "de dónde se obtienen fondos para ser aplicados al desempleo y la construcción".
Consideró que para esto "la única manera" que existe es "aligerar los pagos al exterior", por lo que estimó que "es mucho" atender tasas del siete y ocho por ciento: habría que abonar un interés del dos por ciento "tal como hay en el mundo".
Al hablar del futuro inmediato y al debatirse entre la dolarización y una devaluación, Orlando Ferreres dijo: "El plazo fijo, con la dolarización queda protegido, pero con una devaluación no se sabe que pasaría".
"Sería tremenda la cantidad de juicios, va a haber demandas, y serían multimillonarias en el caso de los servicios públicos", explicó.
Agregó que por esta última vía "nos destruye por aparecer en el sector internacional por cuatro o cinco años".
Consultado sobre si la convertibilidad llega a fin de año, Ferreres afirmó: "pienso que la vamos a cambiar, o esto se dolariza o se devalúa. No hay muchas opciones".