El golpe de gracia: La cara oculta de Harry Potter

Silvio M. Valli

El estreno de "Harry Potter y la piedra filosofal", película deslumbrante si las hay, me llenó de una legítima disposición para sugerirla efusivamente. De allí que presuroso fui a buscar a mi Outsider Personal para recomendársela. Out, casi despectivamente, levantando la ceja izquierda y reparando en mí como si fuera un insecto, me espetó: ¿Qué Harry Potter? ¿Artemis Fowl?
Desconcertado respondí: ¿Quién es Artemis Fowl?
Ay, Don Valli, usted siempre llega tarde adonde nunca pasó nada. ¡Cómo no conoce a Artemis Fowl!
Y prosiguió: Artemis Fowl es un personaje infantil, el de mayor éxito literario mundial actual, que ha dejado a Harry Potter a la altura de un pigmeo (bueno, ya lo era). Es su antihéroe y además será el ídolo de los niños porque es criminal, egoísta y anda armado con Uzis y otras ametralladoras. Además es sarcástico y sólo piensa en sí mismo.
¡Pero qué cosas dice Out!, exclamé alarmado.
Sí, Don Valli, a diferencia del naïf de Harry, en el mundo de Artemis Fowl los duendes, elfos y hadas usan pistolas y armas biológicas. Lo que importa es el dinero para comprarse computadoras Macintosh. Hay raptos de hadas por las cuales se pide rescate. Artemis tiene, como todo villano que se precie de tal, un mayordomo, porque sus ancestros tuvieron uno, y es un gentleman entrenado en un centro de guardaespaldas israelí, cocinero de altísimo nivel y médico. Y lo mejor, obedece dócilmente a su joven y malvado amo, a quien James Bond envidiaría por su savoir faire.
Artemis Fowl tiene un padre (literario) que es el escocés Eoin Colfer, a quien le pagaron 700.000 dólares apenas la editorial leyó sólo ¡cuatro capítulos! y la compañía cinematográfica Miramax, con Robert De Niro a la cabeza, le adelantó un millón de dólares por los derechos de filmación.
Aunque Out me despertó el interés de conocer a Artemis Fowl, mientras me alejaba raudamente sólo atiné a cantar aquello de: "Toda carta tiene contra... y toda contra se da".