En otro dictamen controversial del tribunal de disciplina deportiva de la AFA quedó archivado anoche el fallo de los incidentes causados el último domingo, entre otros, por el delantero Carlos Maximiliano Estévez, de Racing Club, y el mediocampista Eduardo Coudet, de River Plate.
En consecuencia, tanto Estévez como Coudet no fueron suspendidos y podrán jugar el próximo domingo, pese a que habían sido informados por el árbitro del último clásico Racing-River, Héctor Baldassi.
Estévez y Coudet, según Baldassi, provocaron "tumultos", incorrección por la que -al menos- les correspondería una fecha de inhabilitación.
La noticia produjo alivio en los cuerpos técnicos de los dos equipos que aspiran a coronarse campeón del presente torneo Apertura de primera división, pues Estévez será de la partida ante Banfield y Coudet hará lo propio contra Lanús.
Los dos cotejos se disputarán en el mismo horario por la decimoséptima fecha del torneo y se podría definir la consagración de la Academia después de 35 años de postergaciones, si es que River empata o pierde con el conjunto granate.
El fallo sobre los incidentes -protagonizados por Estévez y Coudet principalmente, los cuales fueron registrados en forma muy clara por las cámaras de varios canales de televisión abierta y de cable- fue archivado en una resolución en la que votaron en disidencia dos de los doce miembros del mencionado tribunal, Juan Manuel Salas y Jorge Ballesteros.
Muchos objetan esta determinación al recordar que por una acción menos grave, como la que efectuó el goleador de Chacarita Juniors Silvio Carrario (en el estadio Monumental agitó sus brazos como si fuera una gallina aleteando) fue suspendido por este mismo tribunal.
Por el contrario, este año no fue sancionado el delantero de Boca Juniors Guillermo Barros Schelotto, quien luego de un partido le aplicó un cabezazo a José Manuel Vázquez, el ayudante de campo del entrenador de Chacarita Osvaldo Sosa, en una artera agresión que también fue tomada por las cámaras de televisión.
Avidez de entradas
Los hinchas de Racing agotaron ayer las 18.500 entradas populares dispuestas para el partido del próximo domingo ante Banfield, en cancha de Huracán, y ahora la dirigencia intentará que la policía destrabe el conflicto suscitado por los 9.000 lugares que quedarían para compartir en la tribuna visitante.
En esa tribuna los banfileños ocuparían 7.000 localidades y las 9.000 restantes, espacio que está dividido por un pulmón enrejado, deberán contar con la autorización policial para que sean ocupados por hinchas racinguistas. (DyN)
La Ciudad
