El goleador de la Roma de Italia y del seleccionado argentino de fútbol Gabriel Batistuta admitió ayer estar "hecho un verdadero desastre", pero aseguró que espera "con paciencia, porque de la cabeza estoy cien puntos y al Mundial voy a llegar bien". "Estoy bien, buscando goles... Es una mala racha, espero que sea así. El equipo anda bien y yo estoy corriendo mucho, pero no la mando a guardar", sostuvo el Bati en declaraciones radiofónicas. Cuando se le preguntó por la suerte corrida por la Argentina en el sorteo del Mundial 2002, en el que cayó en el que se dio en llamar el grupo de la muerte, Batistuta respondió: "Pensé que nos iban a tratar mejor, por lo que veníamos haciendo en las eliminatorias, pero se ve que con eso no alcanza". "De todos modos, estoy seguro de que tenemos equipo para clasificar. Lo que me preocupa es que esa zona nos va a insumir más energías de lo normal para pasar. Y eso, en un torneo corto se paga", alertó Batistuta en contacto telefónico con periodistas del programa Radiomatch. "Todos los partidos son difíciles, todos los rivales son bravos, pero no es igual jugar con China o con Japón, que con Inglaterra", reforzó. El ex delantero de Boca Junior coincidió con el entrenador del seleccionado argentino Marcelo Bielsa, en el sentido de que todos sueñan con jugar contra Inglaterra, pero con una salvedad, "a mí me gusta jugar con ellos, pero en una final, no para eliminarse al principio". "Y si pasamos, arriesgamos encontrarnos con Francia. Y si volvemos a pasar, podemos encontrarnos con Brasil. Pero creo que vamos a terminar festejando igual", confió. En cuanto a su actualidad en la Roma y el magro empate del miércoles sin goles ante el Liverpool inglés, el delantero indicó que "fue un partido muy trabado, en una Liga de Campeones en la que cada punto vale oro y nadie regala nada". "Liverpool vino a meterse atrás y además nosotros estamos jugando con un solo punta. Entonces, ganarle a esos gigantes que están atrás es difícil. Este año, en la Roma, jugamos con una sola punta, el año pasado éramos dos ahí adelante. Ahora el técnico cambió y está convencido de esto", dijo con resignación. Se sintió reconfortado de que una de las figuras del momento, el inglés Michael Owen, lo haya tomado como uno de sus preferidos. "Son los premios personales, que uno de estos jugadores nuevos que se destacan lo tomen a uno de referente". En cuanto a la visita de la próxima fecha del torneo local al Parma, que dirige el entrenador argentino Daniel Passarella, Batistuta despersonalizó el duelo y recordó que "el campeonato del año pasado lo ganamos ahí, porque fuimos, los agredimos, les sacamos los tres puntos y volvimos a Roma con la moral altísima. Si ganamos, haremos tres puntos fundamentales y podremos incluso alcanzar la punta". A modo de despedida, cuando le desearon que levante la puntería, Batistuta aclaró: "No, más bien la tengo que bajar, porque las estoy tirando todas por arriba". (DyN)
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