La intervención a la Unidad Regional II llega hoy a su fin. Después de 229 días, casi siete meses y medio de gestión, las nuevas autoridades de la policía rosarina asumirán sus cargos en un acto previsto para las 11.30 en la sede de la Jefatura. Los comisarios mayores Jorge Populín y Alfredo De Luca se harán cargo como jefe y subjefe respectivamente. Lo notorio del caso es que la toma de posesión se hará en medio de un extraño silencio, no sólo por parte de las autoridades de la policía provincial, cuya oficina de Prensa y Protocolo no dejó trascender la información, sino de los propios jefes nombrados.
Hasta ayer, el comisario mayor Jorge Populín se desempeñaba como jefe de la Unidad Regional VI, con asiento en Villa Constitución. En sus 28 años de servicio en la fuerza, el nuevo jefe rosarino se desempeñó entre otros destinos en la sección Leyes Especiales de la Unidad Regional II, donde fue jefe y subjefe, así como en la Secretaría General.
Perfil
El nuevo jefe de la policía de Rosario es sindicado como un hombre muy cercano al comisario Ricardo Milicic, que hoy termina su intervención y retorna a la subjefatura de la policía provincial. De hecho, Milicic y Populín ocuparon la jefatura y subjefatura de la Agrupación de Unidades Especiales y posteriormente fueron trasladados a la Unidad Regional VI, donde asumieron idénticas funciones.
Populín asumió la jefatura de la policía del departamento Constitución cuando Milicic fue designado como subjefe de la policía provincial. Su gestión en la Unidad Regional VI se mantuvo con perfil bajo y no encontró mayores inconvenientes, alejado de los escándalos que determinaron remociones en otras regionales -las de los departamentos Rosario e Iriondo-. No tuvo problemas visibles en cuanto a desbordes delictivos pero tampoco mostró éxitos resonantes.
Por su parte, Alfredo De Luca llegó a la policía en 1974 y su último cargo fue al frente de la División Drogas Peligrosas. También ocupó cargos en la Policía de Menores, en Tránsito y en la Inspección de Zona número 1. En el interior de la fuerza se asegura que en los primeros años de servicio, estuvo destacado en el Servicio de Inteligencia de la policía y que en ese momento inició una relación cercana con el actual subsecretario de Seguridad Pública, Enrique Alvarez.
La llegada de esta nueva dupla a la Jefatura rosarina pone fin a algo más de siete meses de intervención. El 21 de abril pasado, el gobernador Carlos Alberto Reutemann relevó a toda la cúpula de entonces tras la denuncia que publicara este diario sobre la existencia de un presupuesto clandestino que manejaba unos 300 mil pesos mediante aportes a una caja negra recaudadora manejada desde el interior de la institución policial.
Días después de esa publicación, la Jefatura santafesina dispuso una auditoría contable en la Unidad Regional II para encontrar pruebas sobre esa denuncia e "investigar a fondo" los mecanismos recaudatorios.
No obstante, fueron separados los comisarios mayores Francisco Previtera y Roberto Jesús Roldán, jefe y subjefe respectivamete, además de otros titulares de distintas dependencias. En su lugar asumieron el subjefe de la policía provincial, Ricardo Milicic, y el jefe de las Tropas de Operaciones Especiales, Víctor Sarnaglia, como interventor y subinterventor.
Los objetivos de la intervención
En el acto en que se designó la intervención que hoy expira, el ex ministro de Gobierno provincial, Angel Baltuzzi, anunció que la misma se iba a extender "por 90 días" (que se hicieron 229) y aclaró que la decisión "no implica prejuzgamiento alguno respecto de presuntos hechos que fueron motivo de denuncias periodísticas". Además, sostuvo que las designaciones "se establecen al solo efecto de facilitar la plena libertad de acción de la Justicia".
Días después, el jefe de policía de la provincia, José Storani, dijo a La Capital que la misión encomendada a los interventores era la de "trabajar para combatir el delito e ir eliminando la sensación de inseguridad de la gente".