Trepado a una cruz de 40 metros de alto, levantada en un acceso a la ciudad de Formosa, cuatro ex trabajadores de la empresa estatal de agua potable reclamaron ayer ser incorporados como empleados estatales. La protesta comenzó durante la mañana cuando Ramón Ruiz Díaz subió a la estructura de hierro construida en una plazoleta del acceso norte de la ciudad y amenazó con tirarse al vacío si él y una decena de compañeros de la ex Administración General de Obras Sanitarias de Formosa (Agosf), actualmente privatizada, no eran reintegrados al plantel de estatales.
Al pie de la estructura los ex empleados de Agosf instalaron hace varias semanas un carpa en respaldo del mismo reclamo. Al mediodía, Ruiz Díaz exigió que el gobernador Gildo Insfrán concurriera a la base de la cruz para escuchar sus reclamos. "Queremos que Insfrán escuche nuestros pedidos", dijo a los gritos Ruiz Díaz en horas del mediodía negándose a deponer su protesta ante el pedido de sus compañeros y esposa. El mandatario no apareció por el lugar, pero durante la tarde, otros tres ex compañeros de trabajo adhirieron a la protesta subiendo a la cruz, ante la pasividad de los efectivos policiales que custodiaban el lugar.
"No es delito"
El juez de turno, Ricardo Shur dijo que la protesta encaramada sobre la cruz "no es delito" y que por lo tanto no podía desalojar por la fuerza a los manifestantes, aunque invitó a bomberos y polícias a que mantengan una actitud pasiva ante el hecho.
Anoche, las cuatro personas permanecían subidas a la cruz y sentadas a unos 30 metros del suelo. En tanto, se los intentaba convencer para que bajaran para descansar por la noche en las carpas instaladas al pie de la imagen religiosa.
Los trabajadores de la Agosf reclaman volver a ser empleados del Estado, condición que perdieron luego de la privatización del servicio a un consorcio de capitales extraprovinciales \En horas de la tarde, dirigentes gremiales formoseños se acercaron al lugar para solidarizarse con la protesta. (DYN)