Año CXXXV
 Nº 49.322
Rosario,
jueves  06 de
diciembre de 2001
Min 17º
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cartas
Refundar la Argentina

Existe consenso general para refundar el país -excepto en un minúsculo grupo de privilegiados-; el tema es cómo lograrlo. Lo único necesario e indispensable es cambiar íntegramente la legislación pública y mucho de la privada, pues la Nación es la sociedad jurídicamente organizada. La economía para funcionar necesita del andamiaje jurídico que aquí lo ha perdido, y por ello ya no depende de los planes ni de las personas para que ella pueda recuperarse. Sería interesante la designación de 12 juristas internacionales del máximo prestigio y que nada tengan que ver con la Argentina a quienes se les encomendaría tal labor a realizar en un plazo máximo entre 4 a 6 meses. Esa legislación tendría vigencia en los próximos seis meses de entregado el trabajo; varios países occidentales después de la Segunda Guerra Mundial utilizaron este método, voluntaria o forzosamente, y les ha ido muy bien. Por ahora estamos afuera del mundo occidental y de la economía capitalista, y como otra no hay hemos quedado apartados del universo. Tenemos un pueblo maravilloso, sin problemas de ningún tipo, un territorio fantástico, pero carecemos de organización jurídica. Los juristas deben arrancar de la Constitución de 1853 con la reforma del 60 y ninguna más. Se podría llamar a un plebiscito en el cual el pueblo debería aprobar esta decisión, y si lo hace con una mayoría significativa, demostrativa de la voluntad de cambio, en ese preciso momento, es decir mucho antes que la nueva legislación esté en vigencia, la Argentina ya será otra, el mundo nos creerá y mucho bienestar llegará casi inmediatamente. Es una manera de pensar para la cual hay que desprenderse de nacionalismo y falsos patriotismos que sólo han sabido traicionarnos. La voluntad de cambio está, falta sólo cómo concretarla y que el resto del mundo crea que somos sinceros.
Eduardo M. de Loredo


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