Gracias a una oportuna reacción en la segunda etapa que se tradujo en dos goles de Javier Saviola, Barcelona igualó ayer en el estadio Nou Camp en dos tantos con Galatasaray de Turquía, por el grupo B de la segunda fase de la Liga de Campeones de Europa. Para sorpresa de todos, Galatasaray -que alineó al colombiano Faryd Mondragón, al brasileño Carlos Capone y al uruguayo Andrés Fleurquín- marcó cuando apenas se jugaban 5' a través de Umit Karan y el desconcierto en el que cayó el equipo catalán duró todo el primer tiempo, en que sólo llevó peligro en dos ocasiones, con Rivaldo y Saviola. Para colmo de males, y después de una salvada de Mondragón, un balón que no pudo contener Bonano, cuando se jugaban 41', se tradujo en un rebote capturado por Fleurquín, quien colocó con un remate bajo el 2-0 con el que Barcelona se fue a los vestuarios para el intervalo. Cuando el complemento recién comenzaba, Saviola anotó el descuento, que le devolvió la confianza perdida al equipo catalán: tras una jugada iniciada por el brasileño Rivaldo logró empalmar con gran precisión un centro del holandés Marc Overmars y reabrir la suerte del encuentro. A partir de ese momento, Barcelona se lanzó con insistencia a la búsqueda de la igualdad, que llegó a los 65', cuando una mágica asistencia con el pecho de Rivaldo -inspirado en esta segunda etapa- permitió a Saviola derrotar nuevamente a Mondragón con un derechazo incontenible. Los últimos 20 minutos fueron un asedio abrumador por parte del equipo español, que creó varias situaciones netas de gol (la más clara fue a los 73', cuando Rivaldo tiró apenas afuera desde excelente posición) pero que no pudo traducir en el marcador su neta superioridad. En un partido que sólo en la parte final deparó algunas situaciones de riesgo, en especial para el arco inglés, Roma y Liverpool empataron sin goles. El primer tiempo fue de un aburrimiento mortal, ya que ninguno de los dos equipos llevó peligro a la valla rival: Gabriel Batistuta estuvo poco y mal asistido por sus compañeros y la estrella inglesa Michael Owen fue absorbido por Walter Samuel, autor de un trabajo sin fallas pese a no haberse recuperado de un cólico estomacal. (Ansa)
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