Carolina Taffoni
Pequeña Orquesta Reincidentes se presenta esta noche, a las 21, en el Centro de Expresiones Contemporáneas (CEC), Sargento Cabral y el río. La banda, considerada una agrupación de culto en Buenos Aires, repasará los temas de sus diez años de carrera y mostrará las canciones de su último disco homónimo, editado el año pasado. Como grupo invitado actuará Asaltimbanqui. Con su música sin tiempo y sin género, los Reincidentes se convirtieron en uno de los combos más singulares del rock argentino. El grupo está formado por Juan Pablo Fernández (voz y guitarra), Santiago Pedroncini (guitarra, mandolina y banjo), Alejo Vintrob (batería y percusiones), Rodrigo Guerra (contrabajo y voces) y Guillermo Pesoa (teclado, acordeón y voces). El guitarrista Santiago Pedroncini explicó a Escenario el extraño estilo del grupo, aseguró que ser una banda de culto implica limitaciones y rescató el valor de la independencia artística. -¿Cómo se puede definir a Pequeña Orquesta Reincidentes? -Nosotros somos un grupo de rock con inquietudes por otro tipo de músicas, desde el tango hasta el bolero, pasando por ritmos como el mambo de otras épocas. No son estilos necesariamente modernos. También tenemos influencias del folclore europeo y de la música gitana, que nos hacen ver otra manera de componer y de hacer los arreglos. -¿Qué cambios se dieron a través de los discos? -En el primer disco, "Nuestros años felices" (1996), reflejamos una época que tenía que ver con la intensidad del dark, de una música oscura. La instrumentación era rockera y el sonido denso. En "¿Qué sois ahora?" (1999) se dio una apertura, se limpió esa atmósfera de efectos y es un paso hacia el siguiente trabajo, "Pequeña orquesta" (2000). Ahí se fue el bajista y entró un contrabajista. Eso de por sí marcó un cambio, una intención de buscar otro sonido. También incorporamos otros instrumentos acústicos como el acordeón, el banjo y la mandolina. -¿Esta banda es diferente a la que se presentó en Rosario hace ocho años? -Sí, algunos temas los seguimos haciendo, pero la instrumentación es distinta y cambia el sonido. Ahora estamos más en el camino de nuestro último disco, donde hay más presencia de los instrumentos acústicos. Claro que esto no quiere decir que falte potencia. -¿Por qué ampliaron el nombre del grupo? -El nombre se cambió a Pequeña Orquesta Reincidentes por la confusión que se creaba con una banda española de punk llamada Reincidentes. Pero ahora que lo vemos de lejos creemos que el cambio también se dio porque justo en ese momento incorporamos al contrabajista y la banda empezó a sonar diferente. Fue como una refundación del grupo. -¿Son una banda under por elección o porque la música que hacen no resulta de lo más popular? -No hay una elección de ser under, pero sí una elección de hacer las cosas de un determinado modo. Por el tipo de música que hacemos creo que las grandes compañías discográficas nunca nos van a venir a buscar. Acá las multinacionales cuidan hasta el último centavo, y lo que no funciona como ellos esperan ni siquiera lo intentan. Por eso trabajamos con un sello independiente. -¿Se consideran una banda de culto? -No sé muy bien qué significa esa expresión, entiendo el concepto, aunque me suena un poco abstracto. Hace unos años a mí me gustaba mucho escuchar a esos músicos de culto como Nick Cave, Peter Hammill o Laurie Anderson. Pero creo que ser una banda de culto te limita. No nos molestaría perder ese lugar para ser más populares, cuanta más gente nos conozca y le guste nuestra propuesta mejor. -¿Es muy difícil sobrevivir de manera independiente en la Argentina? -Sí, pero no es imposible. De hecho nosotros hace 10 años que lo estamos haciendo, aunque nunca pudimos vivir de la banda. Tenemos muchos gastos, y los intermediarios siempre están y se llevan la plata. Ser independiente no da prestigio, pero sí la manera de trabajar y que la gente crea en tu música. El valor de la independencia es poder hacer lo que uno siente.
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