Año CXXXV
 Nº 49.321
Rosario,
miércoles  05 de
diciembre de 2001
Min 15º
Máx 26º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Editorial
Una ley que nos iguala

El anuncio recibió el calificativo de histórico y no hubo exageración; después de cuatro décadas de debate, desde aquel primer proyecto ingresado al recinto en 1964, la Legislatura provincial se decidió a aprobar en su último día de sesiones la ley autorizando la instalación de casinos y salas de bingos en territorio santafesino. De ese modo, puso a Santa Fe en igualdad de condiciones con el resto de las provincias argentinas y cerró definitivamente una discusión que se había tornado absurda, improcedente y socavadora de los intereses provinciales.
Por el contrario, la instalación de salas de juego en Rosario, Santa Fe y Melincué, abre ahora un perspectiva mayor en su diseño hacia el futuro. Y si bien es obvio que no se puede depositar en ellas todas las expectativas para que las ciudades se vuelvan atractivas, debe señalarse también que sin los casinos era un desafío demasiado arduo de materializar.
Concretamente para nuestra ciudad, tan ganada a la ilusión de convertirse en polo de desarrollo, con la enorme expectativa generada por el puente Rosario-Victoria y su acertada apertura al río en la última década, implicará la posibilidad de ofrecerse al país y a los países vecinos con una infraestructura competitiva frente a las plazas tradicionales. Es sabido que para el visitante que llega a la ciudad con una agenda de negocios, o para aquellas familias que pretendan minivacaciones, la variedad de lugares de esparcimiento por la noche se vuelve vital. Y las salas de juego pueden desatar seguramente otras iniciativas comerciales en su entorno. En consecuencia, Rosario tiene todas las posibilidades de lograr una transformación en el plano turístico.
Desde luego, redundará también en fuentes de trabajo (todos los empleados deben ser santafesinos), en la construcción de un gran hotel y en beneficios para los pensionados, la minoridad desprotegida, bomberos voluntarios, municipios y comunas, etc, por los porcentajes que se deriven de las recaudaciones.
En poco tiempo más se iniciará una etapa deliberativa sobre el lugar donde será instalado. Y allí entrarán a incidir, entre otros factores, los accesos, circulación y negocios. Ojalá pueda desarrollarse con sólidos argumentos y en la permanente búsqueda de consenso, de modo que, tras el llamado a licitación de la provincia, se instalen cuanto antes por ordenanza municipal.
La ciudad dejará atrás entonces un viejo mito paralizante y pasará a contar, desde lo razonable, con otro excelente recurso.


Diario La Capital todos los derechos reservados