Reflexiones

Educar para la paz

Norma Banchio y Carlos A. Solero (*)

Dice Mario Benedetti en un poema: "defender la alegría, defenderla del caos y de las escopetas...".
Defender la paz como valor, es proponerse formas de relaciones sociales entre los seres humanos, que respeten la dignidad , la diversidad y la libertad.
Los miembros de la comunidad educativa de la Escuela Provincial Nº 68 Leandro N. Alem estamos convencidos que es un noble propósito, y que vale la pena trabajar por él, para que nuestros niños y niñas se eduquen y crezcan aprendiendo a conocer la diversidad cultural, a convivir en armonía con la naturaleza.
Y la naturaleza, como bien decía el geógrafo E. Reclús, "es el hombre, tomando conciencia de sí mismo".
Como parte de este proyecto educativo, recibimos el mes de diciembre con una jornada muy especial: "El Circo de la Paz".
El sábado 1º de diciembre, murgas, pasistas con banderas, un original dragón, y los niños y niñas de la Escuela Alem y de la Escuela Isabel Taboga exhibieron un maravilloso espectáculo callejero.
La calle, al decir de un pensador de nuestro tiempo, es el ámbito de la expresión democrática por excelencia. Allí, en calle Italia al 1200, se desarrolló un desfile de ingenio, arte popular e intercambio de lo diverso. También los vecinos solidarios se acercaron.
A la entrada de la escuela, un pizarrón recibía a la concurrencia con este mensaje: "Verde que te quiero verde, verde esperanza, verde alegría, verde lucha por la dignidad".
Juntos, juntas, solidarios, cooperativos, luchadores, luchadoras. Cerramos un año de trabajo educándonos para la paz.
Una síntesis de una concepción pedagógica, puesta en práctica cotidianamente, en una escuela pública, en tiempos difíciles, apostando a un futuro diferente.
La velada continuó con números de circo: magia, zanquistas bailarines, los infaltables personajes de la comedia del arte Pierrot y Colombina. Inodoro Pereyra, en versión infantil , acompañado de danzas folclóricas.
La confluencia del esfuerzo de cooperadores, coreógrafos, maestras, madres y padres y los niños y niñas disfrutando del canto y la danza.
En estos tiempos sombríos, en que algunos se empeñan en cultivar el egoísmo, seguimos empeñados en bregar por la paz, una paz que sea ante todo ausencia de injusticias.

(*) Miembros de la comunidad educativa de la
Escuela Provincial Nº 68 Leandro N. Alem