Brasilia. - Residentes árabes de la región de Foz de Iguazú aportaron en los últimos tres años no menos de 50 millones de dólares a grupos extremistas islámicos, a través de instituciones financieras de Paraguay.
El prestigioso diario brasileño Folha de San Pablo, dio cuenta de la información ayer explicando que el descubrimiento de esta maniobra fue realizado por investigadores de Paraguay y Estados Unidos después de analizar todas las remesas al exterior realizadas por bancos y casas de cambios de la Ciudad del Este (Paraguay). El ministro-jefe del Gabinete de Seguridad de la Presidencia de la República, general Alberto Cardoso, negó ayer que haya apoyo en Brasil al terrorismo y aseguró que "no existe ningún indicio de la existencia de una red de apoyo financiero a grupos terroristas en la región de fronteras".
Según Folha de San Pablo, el portavoz de la embajada de Estados Unidos en Asunción, Mark Davidson, expresó que "estamos muy contentos con las autoridades paraguayas por haber comprobado el envío de dinero de esa región a grupos terroristas, a través de un grupo de 45 personas, responsables por remesas financieras al exterior".
En tanto, el general Alberto Cardoso que concurrió al Senado Federal para asistir a una reunión de la Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa Nacional del Senado Federal, aseveró ayer que "el gobierno brasileño tiene la seguridad que hasta ahora, no existen indicios de cualquier actividad de apoyo al terrorismo".
En ese sentido, el ministro de la Justicia, Aloysio Nunes Ferreira, que participó de un reciente encuentro en Montevideo afirmó que "el gobierno brasileño anunciará una serie de medidas, entre ellas un proyecto de ley que sustituirá a la actual Ley de Seguridad Nacional".
"El principal objetivo es combatir a la corrupción con la armonización de nuestras legislaciones, que incluye la misma especificación de los delitos, juzgamientos y sanciones al delito organizado en el ámbito de los paises de Mercosur", reveló Nunes Ferreira.
El ministro de Justicia explicó que Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, y sus asociados Chile y Bolivia, coincidieron en "la creación de un grupo antiterrorismo que trabajará en las fronteras de nuestros paises".Semanas atrás el general Cardoso sugirió que Brasil soporta presiones externas para que sus organismos de seguridad vigilen a inmigrantes árabes. Cardoso subrayó no estar de acuerdo con esas actividades porque Brasil no está en guerra. Pese a que el ministro no identificó el origen de las presiones, anotó que es una presión coyuntural que se siente en otros países. Que esa presión provenga de Estados Unidos resulta bastante obvio.
"Quieren convencernos de que la guerra producida tras los atentados terroristas sufridos por Estados Unidos, también se vive en Brasil", enfatizó en aquel momento. Cardoso señaló que las presiones alcanzan a los países que no fueron afectados por la guerra contra el terrorismo para que se involucren en la lucha contra esas actividades. (Ansa y DPA)
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