| | Sigue sin definición la suerte de un preso enfermo Desde el jueves está en la sala de guardia del Policlínico Eva Perón. Disputa entre la provincia y la Municipalidad
| Alberto Romero Murillo, el preso afectado de tuberculosis por el cual se planteó una disputa entre los gobiernos municipal y provincial en cuanto a cuál es el lugar adecuado para su internación, continuaba anoche en la sala de guardia del Policlínico Eva Perón de Granadero Baigorria a la espera de que las autoridades lleguen a un acuerdo. En ese sitio, carente de todo tipo de medidas sanitarias y de seguridad, el recluso está desde la noche del jueves, cuando fue trasladado desde la seccional 6ª. Romero Murillo está imputado de tentativa de violación y a disposición del juez de Sentencia Luis Giraudo. Por el agravamiento de su enfermedad el magistrado dispuso su traslado desde la seccional hasta la sala penitenciaria del Eva Perón. Sin embargo, el subalcaide de la Unidad Penitenciaria número III se opuso a ello esgrimiendo que "una acordada de la Corte Suprema de Justicia provincial no autoriza la internación de reclusos con enfermedades infectocontagiosas en salas penitenciarias". Entonces, el titular del Policlínico Eva Perón dio intervención al jefe del área VIII de Salud, Lelio Mangiaterra, y al ministro de Gobierno santafesino, Lorenzo Domínguez, quien dispuso que Romero fuera derivado al Hospital Carrasco. Pero en el efector municipal no lo recibieron ya que en julio pasado, cuando en el interior del hospital asesinaron a un cabo policial que custodiaba a un recluso con HIV, habían acordado con la provincia no recibir más detenidos en carácter de internados por falta de medidas de seguridad. Ayer, autoridades municipales y provinciales mantuvieron contactos para determinar donde será internado Romero Murillo, quien pasaría a ocupar hoy un lugar acondicionado "con las medidas de bioseguridad requeridas" en la sala penitenciaria del Eva Perón.
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