Año CXXXV
 Nº 49.320
Rosario,
martes  04 de
diciembre de 2001
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La estructura de los talibanes estaría a punto de derrumbarse

Islamabad. - La estructura de comando de los talibanes se está debilitando como consecuencia de las pérdidas en la guerra luego de la caída de Kabul, la capital afgana, a manos de las tropas de la opositora la Alianza del Norte y de la destrucción sistemática de sus aparatos de comunicación en los bombardeos aéreos norteamericanos.
De acuerdo a análisis del diario paquistaní The News el propio mulá Muhammad Omar, jefe político y espiritual de los estudiantes coránicos talibanes, a menudo no puede hablar con sus consejeros políticos o con sus comandantes militares. La situación es complicada por las cada vez más rígidas medidas de seguridad que rodean al jefe talibán, que junto a Osama Bin Laden es el objetivo de los ataques de Estados Unidos. En este momento, sólo un círculo restringidísimo de sus colaboradores sabe dónde se esconde y pueden ponerse en contacto con él.
La falta de comunicaciones -se lee en The News,-fue un factor determinante de la derrota que en pocos días llevó a los talibanes a perder más de dos tercios del territorio de Afganistán a manos de los milicianos de la opositora Alianza del Norte. Los ataques aéreos norteamericanos, que comenzaron el domingo 7 de octubre, tomaron en la mira y destruyeron de entrada los sistemas de radio y teléfonos de los talibanes.
Los teléfonos satelitales donados por los paquistaníes de Islamabad pueden fácilmente ser interceptados por los servicios de inteligencia norteamericanos y paquistaníes. El diario ofrece un panorama de los imprevistos cambios producidos por la guerra: tres gobernadores de provincia talibán -los de Samangan, Jauzjan y Badghis- fueron capturados por las fuerzas de Islamil Khan en Herat y ahora están prisioneros.
Cuatro de los principales comandantes militares talibán -el mulá Dadullah (considerado una leyenda), Noorullah Noori, Mizra Nasiri y el mulá Mohammad Fazil- después de la caída de Mazar-i-Sharif estuvieron encerrados en Kunduz y debieron rendirse a las fuerzas del general uzbeko Abdul Rashid Dostum.
No se sabe, en cambio, dónde están los gobernadores talibanes de las provincias de Herat, el mulá Khairullah Khairkhwa; el de Nangarhar, mulá Abdul Kabir; y el ministro de Instrucción, mulá Amir Khan Mutaqqi. Además la situación de Omar se habría visto agravada por una división en las filas talibanas.
Según The News, alrededor de una docena de ex ministros y responsables de la milicia integrista radical formaron un grupo disidente y están proyectando pasar al enemigo. Los disidentes tomaron contactos con las fuerzas de la oposición y con funcionarios paquistaníes a través de Maulvi Muhammad Nabi Muhammadi, ex jefe mujahidín y líder del partido Harkat Inqilab Islami Afghanistan. (Ansa)


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