Banfield ganó 1 a 0 en La Bombonera y logró tres puntos fundamentales contra un Boca Juniors que, tras caer en la final intercontinental frente al Bayern Munich, prácticamente despidió el año.
Fue el arquero Cristian Lucchetti quien, a los 38 minutos del segundo tiempo, consiguió mediante la ejecución bastante frontal de un penal la definición del partido.
El penal fue sancionado por una suma de infracciones del colombiano Mauricio Serna contra Daniel Bilos. Por esas faltas fue expulsado el capitán de Boca, castigado con tarjeta roja directa.
A Banfield estos puntos le sirven para su lucha cotidiana por la permanencia en la categoría y el domingo próximo será el rival del Racing que, en el otro extremo, irá por el título doméstico, el deseo ferviente que tiene postergado desde hace 35 años.
Más allá de la frustración en Japón, Boca fue respaldado por su público desde que ingresó a la cancha y también cuando ya estaba en desventaja ante los sureños. Banfield contó con el aliento de 3 mil partidarios y Boca, con el de 12 mil.
La parcialidad de Boca apoyó inclusive a Marcelo Delgado, el delantero que se hizo expulsar por simular una falta durante el decisivo cotejo frente a los alemanes. También hubo demostraciones de afecto para el entrenador de Boca y se repitió el ya habitual "de la mano de Carlos Bianchi..."
Fue un primer tiempo tibio, a tono con lo que poco que se jugaba Boca para sus expectativas pese a estar tercero y que ayer, de ganar, se hubiera colocado a 6 puntos de Racing cuando restan 9 en juego. Banfield tuvo más la pelota, aprovechando que Serna jugó de líbero.
El equipo visitante careció de resolución arriba, a tal extremo que sólo tuvo una clarísima ocasión para anotar a los 2 minutos, cuando Bueno quedó mano a mano con Córdoba, pero tapó el arquero y ante la insistencia de Walter Jiménez el salvador fue Serna.
Boca apareció por ráfagas, como si no estuviera suficientemente metido en el tema. Con algunos destellos de Riquelme, a Boca le alcanzó para llegar con mayor frecuencia que los albiverdes.
Una alternativa propicia para Boca en esa etapa se dio a los 34', cuando hubo una media vuelta Takahara la tiró de emboquillada tras asistencia de Riquelme y se fue apenas arriba del travesaño.
En el segundo capítulo la intrascendencia fue todavía mayor. Boca fue el dominador territorial y de la pelota, pero sin inquietar en demasía a Lucchetti.
En el momento en que mejor estaba jugando Boca, llegó el penal para Banfield. Con la entrada de Christian Giménez el bicampeón de América había pasado a jugar con cuatro en el fondo y Serna se reubicó en su posición habitual, en la mitad de la cancha.
Antes del gol de Banfield el anfitrión casi se colocó en ventaja por una proyección de Clemente Rodríguez o por un centro bajo de Riquelme que cruzó todo el arco, pero sin que Delgado llegara para completar la maniobra.
Banfield precisaba la victoria y la consiguió. Boca siente que se le terminó el 2001. (DyN)
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La Ciudad
