Parece que la unidad de los árbitos del básquet rosarino se resquebrajó. La prolongación del conflicto entre los afiliados de la Asociación Argentina de Arbitros (originado cuando la Rosarina designó dos jueces que no tenían aprobados sus exámenes), hizo que algunos se cruzaran de vereda y se pusieran a disposición del ente que rige el básquet local para dirigir en las próximas jornadas junto a los del Sadra, la otra agrupación que controla los partidos en el orden local. El hecho de que varios tengan ese único ingreso hizo que revieran su postura, lo cual puede derivar en un quiebre en la Triple A. Lo curioso es que varios de los que propusieron un paro provincial, continuaron dirigiendo a nivel nacional.
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