Anna Tomforde
Las cenizas del ex Beatle George Harrison serán llevadas a la India y esparcidas de acuerdo con los ritos hinduistas. Con toda probabilidad la ceremonia se llevará a cabo en el río sagrado de Yamuna, en el norte de ese país. Como miembro del movimiento religioso Hare Krishna, Harrison acudió allí a menudo a meditar, según adelantaron ayer varios rotativos ingleses. El tabloide británico The Mirror abrió ayer con una portada negra en luto por la muerte de Harrison y con una evocación a su canción más conocida, "And The World Gently Weeps" (Y el mundo solloza suavemente). Miles de personas peregrinaron también ayer en Londres, Liverpool, Nueva York y Hollywood a lugares de recuerdo del "tercer Beatle" para despedirse de él con música, velas, flores, cartas y regalos. "De la reina al lechero, todos lloran la muerte de George", tituló el Mirror. El más joven de los cuatro Beatles de Liverpool falleció el jueves último a los 58 años en casa de unos amigos en Los Angeles, tras cuatro años de padecer cáncer. El cadáver de Harrison fue incinerado en una ceremonia secreta poco después de su muerte, en presencia de su esposa Olivia y su hijo Dhani, así como miembros de la secta Hare Krishna. Tras la disolución de los Beatles, Harrison se volcó a esta secta y una vez llegó a decir que "con los Krishna me siento seguro. Es algo que está conmigo desde mi anterior nacimiento". Ya a mediados de los 60 impulsó a los demás Beatles a realizar juntos un viaje espiritual a la India. En su ciudad natal, la inglesa Liverpool, sus fans colocaron ayer innumerables flores ante la estatua dedicada a los Beatles. En uno de los ramos colocados en el brazo de la estatua de bronce de Harrison se podía leer: "En paz, con mi Sweet Lord". Harrison escribió su éxito "My Sweet Lord" para Hare Krishna. Tras un acuerdo con sus allegados, el ayuntamiento de Liverpool decidió celebrar una ceremonia religiosa en su honor, aunque todavía no se ha fijado una fecha. Miles de personas han firmado en el libro expuesto en el ayuntamiento. El luto por la muerte de Harrison se extendió por todo el mundo. Incluso el presidente estadounidense, George W. Bush, lamentó su pérdida. También la reina Isabel II, que en 1965 honró a los cuatro de Liverpool con títulos y medallas, se manifestó "muy triste". En el cambio de guardia del palacio londinense de Buckingham de anteayer se oyó, en vez de la tradicional marcha militar, una mezcla de melodías de los Beatles. El oncólogo neoyorquino Gil Ledermann, que trató a Harrison en el primer estadio de su enfermedad, dijo que el ex Beatle había aceptado su próxima muerte. "Fue mucho más difícil para su familia que para él", aseguró el médico. Durante el tratamiento, Harrison también visitó la familia de Ledermann. "Mi hijo tocó la guitarra para él, y luego George la tomó y tocó para mi hijo", explicó, asegurando que no se comportó para nada como una estrella. "El no quería ser un Beatle, quería ser George Harrison, un esposo, un padre, un hermano, un amigo". "Al final, fue el Beatle más fuerte", aseguró el antiguo productor del grupo, George Martin, a la BBC. (DPA)
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